El Gobierno ha decidido eliminar el estudio de factibilidad como requisito previo de cualquier inversión extranjera en Cuba, según recoge la Gaceta Oficial en su edición extraordinaria número 38, hecha pública este jueves.
Las autoridades también han flexibilizado los procedimientos para la confección del expediente de cada nuevo emprendimiento, lo que simplifica los pasos que han de seguir los inversionistas durante la etapa de presentación del negocio y reducen el volumen de estudios previos.
Estas modificaciones buscan conseguir que mayores volúmenes de capital foráneo lleguen a las arcas del Estado cubano, urgido de recursos.
Ahora los inversionistas interesados solo deben mostrar el expediente al Ministerio de Comercio Exterior para la evaluación y aprobación del negocio con un estudio de prefactibilidad (sin presentar la ingeniería básica del proyecto ni otros requerimientos más complejos).
No obstante, deben indicar los montos iniciales de aportes a realizar, así como el cronograma de desembolso.
Hasta el momento, los expedientes de inversiones debían presentar un estudio de factibilidad terminado.
Según Granma, el objetivo fundamental de estas modificaciones es facilitar los procesos de presentación al MINCEX de los negocios con capital extranjero.
Entre los documentos que ya no es necesario aportar de conjunto con el expediente inicial que se presenta ante el MINCEX están el estudio de impacto ambiental y la compatibilización con los intereses de la defensa. Estos se trasladan a una segunda etapa, cuando la inversión es revisada por comisiones del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente y el de las Fuerzas Armadas .
También se harán modificaciones a la política de empleo. Para ello se modifican las disposiciones sobre la formalización del trabajo, las funciones de la entidad empleadora estatal, las remuneraciones por el trabajo, así como las relaciones entre la entidad empleadora y la empresa extranjera. Igualmente contempla un acápite relacionado con la solución de los conflictos laborales.
"Entre las modificaciones fijadas se encuentran definir las funciones de la empresa y la entidad empleadora, lo que permitirá pautar aspectos sobre la indemnización al trabajador que es devuelto a la entidad empleadora por las causales pactadas por el contrato de suministro de fuerza empleadora", dijo, haciendo referencia al despido, Déborah Rivas Saavedra, directora general de Inversión Extranjera del Ministerio de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera (MINCEX), durante una conferencia de prensa.
Agregó que cuando el trabajador está en tal situación, "cobra por una sola vez la garantía salarial como establece la política para los trabajadores 'disponibles'".
"Disponible" es el eufemismo que se emplea para calificar al desempleado.
El texto propone establecer un reglamento disciplinario interno que incluye las normas de conducta y disciplina que son de obligatorio cumplimiento por el asalariado. Se ratifica que la contratación de los trabajadores y su capacitación se rigen por el Código de Trabajo y Seguridad Social del Gobierno cubano y su reglamento.
"El objetivo sigue siendo atraer de manera efectiva mayor cantidad de inversión extranjera en aquellos sectores identificados como priorizados para el desarrollo económico y social del país en el mediano y largo plazo", concluyó la funcionaria del MINCEX.
La contratación obligatoria a través de la agencia empleadora estatal —que se queda con los salarios en divisas y paga a los trabajadores en pesos cubanos— fue uno de los aspectos rechazados por los ciudadanos de la Isla encuestados para un estudio de CubaData, con apoyo de DIARIO DE CUBA y participación de expertos de Cuba, Venezuela y México.
Un 54% de los entrevistados se manifestó a favor de que las empresas extranjeras puedan contratar trabajadores cubanos de forma directa y un 30% opinó que la contratación debería poder realizarse tanto de forma independiente como a través del Estado.
Raúl Castro había criticado las "dilaciones excesivas del proceso negociador" con los inversores extranjeros y exigido "superar la mentalidad obsoleta llena de prejuicios" contra el capital foráneo.
En junio, Miguel Díaz-Canel calificó a la inversión extranjera como una "prioridad" para el país y una de las vías "más factibles" para su crecimiento y desarrollo económico.
Criticó que algunas negociaciones impedían materializar proyectos de inversión y llamó a hacer que estas gestiones fueran "más viables" y "menos engorrosas".