La inminente reforma de la Constitución cubana, liderada por Raúl Castro, es una maniobra encaminada a "legalizar el régimen de los militares" y a "proteger los intereses" y "poder de la familia" de los Castro, coincidieron este lunes dos grupos del exilio en Miami, reporta EFE.
Según Orlando Gutiérrez, secretario general del Directorio Democrático Cubano, la reforma de la Constitución esconde como primer objetivo establecer un "Gobierno de militares, de generales, supervisando a cargos técnicos para el mejor manejo por la nueva generación de los Castro".
Gutiérrez cree que, con ello, se convierte al Consejo General de Defensa en el Gobierno "de facto" en la Isla y se "debilita el poder civil".
"Una Constitución es una carta de derechos que limita los poderes del Estado frente a la soberanía del pueblo y los derechos individuales", principio ausente en la cubana, que es solo un "manual de perfeccionamiento del control del Estado", destacó.
En cuanto a la prevista eliminación de las referencias al comunismo en la reforma constitucional, Gutiérrez señaló que resulta mero maquillaje, ya que el Partido Comunista de Cuba (PCC) continúa siendo el único partido político permitido en la Isla, además de ser el "gobierno real del país".
Por su parte, Ramón Saúl Sánchez, presidente del Movimiento Democracia, señaló que esta reforma constitucional no conlleva ninguna modificación del sistema político comunista en la Isla.
"Sospecho que Raúl Castro quiere crear el puesto de primer ministro para alguno de sus hijos, Alejandro o Mariela, o para algún incondicional de la familia", por lo que esta reforma tiene como objetivo "darle protección a los intereses y seguridad de la familia Castro".
"No es que (Miguel) Díaz-Canel no sea un incondicional de Castro", pero una vez que Raúl Castro desaparezca, puede que este albergue ideas que sean un "problema para la seguridad de los Castro", aventuró.
Sánchez coincidió con Gutiérrez en que la exclusión de la palabra comunismo del texto constitucional es una simple "táctica", pues el Partido Comunista sigue siendo el único autorizado y ejerce como "rector de la sociedad cubana".
Por su parte, Rosa María Payá, hija del disidente fallecido Oswaldo Payá Sardiñas, opinó que la anunciada reforma constitucional es una herramienta que "necesita la dictadura desesperadamente para legitimarse ante el descontento del pueblo" y la "inminente desaparición física de los llamados 'líderes históricos'".
Opinó Payá que todo el proceso de la reforma es un "fraude" y "carece de garantías", y destacó que los "redactores del anteproyecto", miembros de la Asamblea Nacional, "no han sido elegidos por los ciudadanos cubanos", ni hay posibilidad de hacer campaña, ni presencia de observadores independientes.
Pero además, agregó, "gane el sí o gane el no, el resultado es el mismo: Partido Comunista a perpetuidad", porque "la dictadura" ya ha dejado clara la irrevocabilidad del socialismo y del PCC como "fuerza rectora de la sociedad y el Estado".