Junio cerró con 48 faltas de medicamentos en el sistema nacional de salud cubano, dentro de las cuales las de mayor impacto corresponden a los productos de prioridad uno, o sea aquellos que son vitales, responden a programas específicos y no tienen sustituto, publicó el diario estatal Granma.
Rita María García Almaguer, directora de Operaciones y Tecnología del estatal Grupo de las Industrias Biotecnológica y Farmacéutica (BioCubaFarma), celebró, no obstante, que la disponibilidad de medicinas en las farmacias de la Isla "ha logrado una mayor estabilidad".
La cifra no alcanza las de 2016 y 2017, cuando la crisis pasó factura a entre 70 y 100 productos (llegó a 150 en agosto pasado), pero continúa siendo elevada.
El pasado mes las faltas de medicamentos en el mencionado grupo de mayor prioridad se movieron entre 55 y 20 y hay otros 18 "no disponibles en estos momentos", informó García Almaguer.
De los 761 medicamentos que conforman el cuadro básico, 486 medicamentos son de producción nacional (482 corresponden al estatal BioCubaFarma) y otros 275 son importados.
La funcionaria volvió a incluir entre las causas de la inestabilidad en la producción y suministro, "además de ineficiencias internas(…), la falta de financiamiento oportuna para pagar a los proveedores, con los cuales se negocia la adquisición de las materias primas, materiales de envases, e insumos; y el hecho de que algunos proveedores han cerrado fábricas, como es el caso de China e India, lo cual ha conllevado a redireccionar compras".
"Esta es una industria muy específica, en la cual, si un proveedor deja de ofertar determinado producto, buscar otro implica tener que comenzar un proceso de validación no menor a tres meses, por lo cual se requiere tiempo. Llevamos años tratando de obtener más de un proveedor para un producto, para cuando ello ocurra tener una alternativa inmediata, pero no se ha logrado en todos los casos", justificó.
Culpó al embargo de EEUU de "los elevados gastos" que implica "la no utilización del dólar en las transacciones, las dificultades en los bancos, tener que utilizar terceros países para lograr adquirir equipos, piezas de repuesto de fabricación americana, reactivos químicos y otros insumos, y adquirir las materias primas en mercados muy lejanos".
Entre los fármacos que no están disponibles mencionó la primaquina y la amiodarona –para los cuales el Ministerio de Salud Pública no ha logrado encontrar proveedor— el Clonazepam y el Alprazolam, productos para los cuales "el recurso no logró el empate en el ciclo porque el proveedor no tenía disponibilidad". Sobre estos últimos aseguró que "en agosto salen a la producción y a la distribución en el sistema de salud".
Precisó que, a partir de septiembre, además de la dipirona de 300 mg, se distribuirá la dipirona de 500 mg, y en ese sentido explicó que las autoridades de salud pública ya ofrecen al respecto información a la población para evitar consumir dos tabletas de este fármaco, como es hábito hoy día.
En relación a la aspirina de 125 mg, la cual es importada y la suministra el MINSAP, la funcionaria dijo que aún no se encuentra un proveedor. Las autoridades trabajan desde el año pasado en la introducción de la aspirina de 81 mg, y se ha estado suministrando la aspirina de 500 mg. Esta última estuvo en baja cobertura por inestabilidad de la materia prima, pero ya arribó al país y se comenzó el proceso productivo, añadió.
Desde 2017 las autoridades de la Isla han intentado poner mayor control a la situación, hicieron pública una red de funcionarios y obreros que adulteraba con un placebo un medicamento de consumo infantil y aplicaron medidas administrativas que incluyeron la separación definitiva de la entidad, destituciones del cargo, descuento salarial, denuncias a la Policía y pusieron en circulación un nuevo modelo de receta médica.