El senador republicano por la Florida, Marco Rubio, anunció este miércoles que se opondrá a una iniciativa de ley agrícola que incluye enmiendas que facilitarían un mayor comercio agrícola entre La Habana y Washington.
I have decided to block the addition of any new amendments to #FarmBill until they either accept the Cruz amendment striking the use of taxpayer $ for promotions in #Cuba or they accept my amendment that prohibits taxpayer $ being spent at business owned by Cuban military
— Marco Rubio (@marcorubio) 27 de junio de 2018
"He decidido bloquear la adición de cualquier nueva enmienda al proyecto de ley agrícola (Farm Bill) hasta que se acepte la enmienda de (Ted) Cruz para evitar el uso de dinero de los contribuyentes para promociones en Cuba o mi enmienda, que prohíbe se emplee dinero de los contribuyentes en negocios propiedad de los militares cubanos", escribió Rubio en su cuenta en la red social Twitter.
La decisión del político cubanoamericano se conoce la misma semana que el Centro por una Cuba Libre llamara la atención sobre el nuevo proyecto de ley aprobado por el Comité de Agricultura del Senado el pasado 13 de junio con 20 votos a favor y uno en contra.
La iniciativa incluye una enmienda que autoriza el uso de fondos federales para promover las ventas a Cuba, a pesar de que el régimen cubano no ha podido pagar a sus acreedores en los últimos años y no pocos gobiernos han perdonado millones de dólares que La Habana les debía.
"El resultado ha sido que muchos contribuyentes extranjeros en todo el mundo han terminado subsidiando al régimen cubano", consideró el centro.
El líder de la mayoría republicana en el Senado de EEUU, Mitch McConnel, también miembro del Comité de Agricultura, aseguró que espera que el proyecto sea votado en el pleno del Senado el próximo 29 de junio, antes del descanso por el 4 de julio.
La enmienda sobre la Isla autoriza al Programa de Acceso a los Mercados y Desarrollo de Mercados Extranjeros, perteneciente al Departamento de Agricultura estadounidense, a financiar la promoción de negocios en Cuba, así como a brindar asesoría técnica.
A pesar de que el Gobierno cubano se queja de que las leyes norteamericanas establecen duros requisitos a los granjeros estadounidenses, como el pago en efectivo y prohíben los créditos comunes en el sector, estos venden sus productos desde hace varios años a las autoridades cubanas.
El pasado mes de abril La Habana compró a EEUU 25,2 millones de dólares en alimentos y productos agropecuarios, en comparación con los 17,9 y 18,1 millones de dólares que adquirió en el mismo período de los años 2017 y 2016, respectivamente, según cifras oficiales citadas por el Consejo Económico y Comercial de EE.UU-Cuba.
El Consejo, con sede en New York, informó a principios de año que en 2017 las ventas de EEUU a La Habana —en su mayoría pollos y granos— sumaron 250 millones de dólares de enero a noviembre, un incremento de 50 millones respecto a 2016.
A principios de junio cuatro legisladores estadounidenses defendieron en Washington, en un encuentro donde participó el embajador de Cuba en Washington, José Ramón Cabañas, que "un mayor comercio agrícola bilateral sería beneficioso tanto para Cuba como para EEUU" y abogaron por eliminar "las restricciones que actualmente impiden avanzar en tal dirección".