Al calor de los diversos rumores sobre el traslado de Raúl Castro a vivir a Santiago de Cuba, el diario español El Confidencial informó este miércoles que están siendo preparadas varias "casas de seguridad" en la propia ciudad y sus suburbios.
Según reveló al medio una fuente que pidió el anonimato, los trabajos se desarrollan en un estricto secreto y están a cargo de "entidades constructoras del Ministerio del Interior (MININT)".
La misma persona dijo que el proceso es supervisado directamente por el coronel Alejandro Castro Espín, hijo del general y jefe de una suerte de Consejo de Seguridad Nacional al que se subordinan los poderosos órganos de inteligencia del régimen.
El periódico pudo confirmar que en los últimos meses se han hecho más estrictas las medidas de seguridad en zonas como el reparto Vista Alegre (una exclusiva urbanización de la etapa republicana), y segmentos de las carreteras que conducen a la playa de Siboney y el aeropuerto internacional Antonio Maceo. Algunas de estas áreas se encuentran desde hace años bajo jurisdicción militar.
"En principio, no resulta tan complicado", consideró un exoficial del MININT.
"Desde la época de Fidel (Castro) en todo el país fueron acondicionadas numerosas casas de protocolo. Eran sitios preparados para que el Comandante, Raúl y unos pocos dirigentes más descansaran durante sus visitas a las provincias. Por lo regular, están ubicadas en antiguas mansiones o fincas que fueron nacionalizadas al triunfo de la Revolución, por lo que no resultó tan difícil adaptarlas a esa nueva función", añadió.
Para este exmilitar "otra cosa es el simbolismo que pudiera tener el hecho de que el primer secretario (del Partido Comunista, PCC) no viva en La Habana. Sería algo inédito en todos los años de Revolución, pero también lo es que la presidencia no esté en sus manos, así que como novedad sería solo una más".
No es coincidencia, además, que en el cementerio de Santiago de Cuba se conservan los restos de los principales próceres del panteón nacional (a los que el Gobierno sumó, en diciembre de 2016, los del propio Fidel Castro).
En los últimos años el régimen ha pretendido apuntalar la ciudad oriental como una suerte de "Meca revolucionaria". Por ejemplo, las excursiones organizadas por centros de trabajo o estudiantiles controlados por el Gobierno para rendir culto al difunto dictador se han disparado.
'Privilegios' de ser Santiago de Cuba
Entre los que un funcionario de la Dirección Provincial de Economía y Planificación entrevistado por El Confidencial llamó "privilegios" santiagueros, citó que se ha venido desarrollando un amplio programa de renovación urbana, "que se inició allá por 2008 con la construcción del nuevo acueducto y está lejos de concluir".
Aunque también solicitó discreción respecto a su nombre, "por razones que no hace falta explicar", no se limitó a enumerar algunos de los beneficios que ha recibido la urbe bajo la administración de Raúl Castro.
"Santiago disfruta, junto a La Habana, de una condición administrativa 'especial'. Tal vez en otro país pueda verse como algo intrascendente el hecho de recibir papas a precios subsidiados o que cada cierto tiempo se renueve parte de la flota de ómnibus urbanos, pero en Cuba esos son privilegios que solo poseemos los habaneros y santiagueros", explicó.
"Otro ejemplo son las viviendas que se entrega a los damnificados por huracanes. En otras provincias los esfuerzos se han concentrado en la adaptación de locales que ya existían o en la construcción de 'células básicas'; aquí no nos hemos visto en esa situación, pues del presupuesto del Estado fueron aprobados los recursos necesarios para levantar más de 10.000 nuevos apartamentos, y eso solo hasta ahora", argumentó.
Los más de 300.000.000 de pesos que en promedio anual se destinaron al municipio en el último lustro se han traducido en obras como la Avenida Patria, trazada en poco menos de dos años a través de la hasta entonces marginal barriada de San Pedrito.
Por ella habría de transitar el cortejo fúnebre de Fidel Castro rumbo al Cementerio de Santa Ifigenia. Hoy, es una de las principales arterias de la ciudad.
Para el medio español, las inversiones han ido a la par de la reafirmación de la "categoría política" de Santiago, que en el último lustro se ha convertido en escala habitual para la mayoría de los dignatarios extranjeros que visitan la Isla. Para los visitantes aliados, el protocolo del régimen obliga a un rápido viaje desde La Habana y la colocación de una ofrenda floral ante la piedra del dictador.
"En un país tan 'centralizado' como Cuba esos acontecimientos no han escapado a las miradas observadoras. Mucho más cuando van acompañados por la completa modernización del aeropuerto de Santiago y el traslado de varias unidades militares hacia el perímetro urbano (entre ellas, una de tropas especiales)", señala por último el diario.