La producción de almohadillas sanitarias está paralizada desde este 29 de marzo por falta de materia prima, informa la prensa de estatal de la Isla y señala que esto se debe a "dificultades con la disponibilidad de financiamiento".
Desde hace meses, las cubanas se quejan de la falta de almohadillas sanitarias tanto en moneda nacional como en divisas, lo que se une a la mala calidad del producto y a la poca cantidad de unidades que componen los paquetes.
Emma Hernández Ibarra, directora general de la Empresa Nacional de Materiales Higiénico-Sanitarios (MATHISA) dijo, no obstante, al periódico oficial Trabajadores que "la interrupción escalonada evitó el desabastecimiento" en la red de farmacias, que distribuye el producto en pesos cubanos y de forma racionada.
Hernández Ibarra añadió que, para evitar una afectación mayor, "la estrategia adoptada ha sido acelerar la fabricación de algodón de 150 gramos".
Según la funcionaria, hasta el 30 de abril no llegará al puerto la pulpa de celulosa necesaria para la elaboración de las almohadillas sanitarias. Aseguró que una vez se reciba la materia prima se "habilitarán turnos hasta de madrugada" para garantizar la producción.
La directora general de MATHISA dijo que la entidad contrató toda la materia prima del año, que llegará de forma escalonada y debe alcanzar para cumplir un plan de 42 millones de unidades físicas.
Las almohadillas sanitarias se producen en tres fábricas ubicadas en La Habana, que abastece a la región occidental; Sancti Spíritus, encargada del centro del país, y Bayamo, para el suministro en oriente.
En declaraciones al diario oficial Granma a finales del pasado año, la funcionaria dijo que de las diez materias primas necesarias para la confección de las almohadillas sanitarias, ocho son importadas de países como España, Italia y China, y solo el material de envase y embalaje procede del mercado interno.
La falta de almohadillas sanitarias ha recordado a muchas cubanas los años 90, los peores años de la crisis económica, cuando tuvieron que utilizar y lavar trapos durante sus menstruaciones porque el producto desapareció del mercado.
Hernández Ibarra dijo que la situación debe mejorar cuando entre a funcionar la fábrica vietnamita que producirá almohadillas sanitarias y culeros desechables en la llamada Zona Especial de Desarrollo Mariel.