La prensa del régimen llamó este sábado a los cubanos a asistir a las votaciones del domingo, para "elegir" a los diputados a la Asamblea Nacional del Poder Popular y a los delegados a las asambleas provinciales.
El diario oficial Granma presentó el simulacro electoral como "el derecho a decidir un destino de soberanía arduamente conquistada" y como "otro importantísimo paso en unas elecciones generales de trascendental impacto para la Isla y su Revolución".
Con "trascendental impacto", el diario del Partido Comunista se refería, al parecer, al traspaso de poder dentro del castrismo, que concluirá en abril, cuando la Asamblea Nacional debe elegir al Consejo de Estado y al sustituto de Raúl Castro al frente de ese órgano.
"Un pueblo nuevo y de sincera democracia. Con ese ideal martiano se levantó en Cuba, con la Revolución, una República original y autóctona", publicó por su parte Juventud Rebelde.
Presentó la asistencia a las urnas como deber cívico y patriótico. Dijo que los cubanos "elegirán" a quienes los "representarán en los más importantes poderes públicos de la nación", para "asegurar 'la dicha durable de sus hijos'", citando una frase de José Martí.
Como en cada "proceso electoral", el Gobierno pretende que los cubanos voten por una lista cerrada de candidatos que deben ocupar el mismo número de escaños en la Asamblea Nacional (605). En el caso de las asambleas provinciales son 1.265.
En ninguno de los dos niveles los "elegidos" tendrán poder de decisión real.
La Asamblea Nacional suele votar por unanimidad y nunca ha rechazado una propuesta del régimen.
En los barrios, el Partido Comunista, los Comités de Defensa de la Revolución, la Federación de Mujeres Cubanas y otras organizaciones creadas por el régimen para el control social, presionan a los cubanos para que vayan a votar.
Varios proyectos de la disidencia interna han llamado a desobedecer esas órdenes. La plataforma Candidatos por el Cambio pidió esta semana votar solo por los candidatos más jóvenes. A juicio de sus responsables, "los más viejos tienen la tendencia a ser más conservadores, a mantener el formato del liderazgo histórico de los comunistas", aunque no hay margen de maniobra para los diputados y delegados provinciales en el esquema de "representación" diseñado por el castrismo.
Otras organizaciones, como el Foro por los Derechos y Libertades, han propuesto no votar, mientras que CubaDecide pide anular la boleta electoral escribiendo la exigencia de un plebiscito en el cual los cubanos puedan elegir el sistema político bajo el cual quieren vivir.
La Asamblea Nacional debe tomar posición el próximo 19 de abril y, en ese fecha, debe ser "elegido" el sucesor de Raúl Castro. El general se agenció dos meses más en el poder en diciembre pasado, escudándose en los estragos del huracán Irma.
Desde entonces, sin embargo, a Castro solo se le ha visto en ceremonias de movimiento de restos de excombatientes y visitando empresas militares con funcionarios como su primer vicepresidente, Miguel Díaz-Canel, y su segundo en la jerarquía del Partido Comunista, José Ramón Machado Ventura.
Más allá de las "elecciones", los octogenarios Raúl Castro y Machado Ventura seguirán al frente del PCC, al que la Constitución castrista otorga el rango de "fuerza rectora" de la sociedad.