El exdirector del diario oficial Granma, Pelayo Terry Cuervo, fue cesado en noviembre pasado por sus "diferencias con los funcionarios políticos encargados de supervisarlo" y por su decisión de "no publicar el discurso de [José Ramón] Machado Ventura (el Segundo Secretario del Partido) en la gala por el centenario de la Revolución de Octubre", según dio a conocer este lunes el diario español El Confidencial.
La información oficial de la prensa cubana no ha revelado los motivos del "cese" de Terry Cuervo. En la breve nota publicada en noviembre pasado solo se pudo leer que dejaba la dirección del Granma —órgano oficial del Partido Comunista—por "errores" en sus responsabilidades.
El periódico español señala que Terry Cuervo era un "hombre de confianza" del régimen que había asumido la dirección del periódico del Partido en 2013 para "acabar con el autoritarismo del anterior director, Lázaro Barredo", según revelaron fuentes del propio Granma y de Juventud Rebelde (el otro diario donde laboró Terry Cuervo durante años).
"Al producirse el cambio, algunos insistieron en verlo como un intento de renovación, acorde con los llamados del Sexto Congreso del Partido, que en abril de 2011 había reclamado 'acabar con la grisura y el conformismo de la prensa revolucionaria'. Cuatro años más tarde su destitución ha sido pública y humillante, como si con su caso se pretendiera mandar un mensaje", sostiene El Confidencial.
Asimismo, varios entrevistados cuyos nombres no fueron revelados hablaron de problemas en la prensa del país, como la falta de trabajadores, empleados que tienen que hacer el trabajo de varias personas, problemas materiales, bajos salarios y el control del Partido.
"La gente no aguanta. Los periodistas recién graduados llegan para cumplir el Servicio Social y a los pocos meses ya están buscando la forma de irse; y lo mismo pasa con los diseñadores, los fotógrafos... Como en el resto de los medios de prensa en Cuba, aquí (en Granma) los mayores salarios alcanzan a duras penas los 600 pesos mensuales (cerca de 25 dólares)", dijo un extrabajador del diario del Partido Comunista.
"No son pocas las veces en que una edición se paraliza porque las planas de prueba tienen que estar yendo y viniendo del Comité Central con correcciones. Hay un punto en el que cualquiera se cansa", señaló otra persona no identificada.
El Confidencial, además, recuerda que el pasado 3 de octubre el semanario oficial de Cienfuegos, 5 de Septiembre, publicó una breve reseña de un debate de la oficialista Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) en la que calificaba de "abusivas" las condiciones laborales de sus empleados. Esta reseña fue borrada rápidamente.
"Es necesario cambiar la gestión de los medios de comunicación en Cuba", apuntaba la nota que consideraba "pésima" la infraestructura disponible, debido a "la crítica situación del transporte, los excesivos recortes de combustible y energía, las deudas tecnológicas todavía pendientes" y la falta de mejoras salariales.
Asimismo, el diario español recuerda las "promesas incumplidas" de la dirección nacional de la UPEC y el Comité Central del Partido que desde hace años anunciaron una reorganización del gremio y una Ley de Prensa, que todavía no han llegado.
"Una comisión de 'expertos' integrada por reconocidos periodistas y liderada por el primer vicepresidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, ha estado reuniéndose todos los meses desde 2013, con el objetivo de encontrar soluciones y asesorar en la redacción de la nueva norma legislativa. Hasta ahora, sus resultados han sido nulos", detalla El Confidencial.
La sustituta de Terry Cuervo fue nombrada en diciembre. La nueva directora de Granma, Yailín Orta, es licenciada en Periodismo (2006). Tiene 34 años y es militante tanto del Partido Comunista como miembro del Comité Nacional de la UJC.
"Yailín Orta se ganó el cargo en la reunión de la UCI (la Universidad Nacional de Ciencias Informáticas), diciendo que había que 'esforzarse más y pedir menos'; mientras, Pelayo y su gente se aparecieron con demasiadas ideas de autofinanciamiento y 'autorregulación de contenidos'", contó uno de los asistentes al Primer Taller Nacional de Gestión de Medios de Comunicación celebrado en noviembre pasado.
El debate sobre la conveniencia o no de una ley de prensa ocupa desde hace un tiempo a periodistas de la Isla. Una legislación de ese tipo, creen sus defensores, permitiría no solo la autonomía de los periodistas y los medios, sino que permitiría un marco legal y aseguraría "la impunidad de la arbitrariedad".
Desde 2015 el Gobierno estaría trabajando en una ley de prensa que ha levantado temores de mayor censura.