Las lluvias de noviembre y diciembre pasados, así como las ocurridas en estos días de enero han afectado las plantaciones de caña desde Cienfuegos hasta Guantánamo, que representan el 70% del área dispuesta para la molienda de la gramínea del país, dijo al diario oficial Granma Juan Carlos Pérez Hernández, director de Atención a Productores, del grupo empresarial estatal AZCUBA.
Según admitió el periódico del Partido, además de las "deficiencias" en materia de gestión y procesamiento industrial, "tensiones climáticas" han pasado factura a la producción de azúcar.
El funcionario relacionó los "problemas" con los "estragos de la sequía presente en los meses de junio a septiembre del 2017, periodo de mayor crecimiento del cultivo" de la caña.
Recordó además que el azote del huracán Irma dañó 330.000 hectáreas de caña, en diez de las 13 provincias que participan en la zafra, con énfasis en Camagüey, Ciego de Ávila y Villa Clara.
En el centro-norte del país, donde se encuentran las principales plantaciones y el mayor número de centrales en activo, quedaron campos inundados, tallos partidos y cañas volcadas o desprendidas, lamentó.
Para complicar aún más el panorama —señaló— en noviembre y diciembre, etapa en que debe comenzar a madurar la caña, se registraron acumulados de lluvia por encima de la media histórica, similar a lo ocurrido en los primeros diez días de enero.
Por ello —dijo Pérez Hernández—, hoy hay un volumen alto de masa verde; elevados niveles de cogollo y materias extrañas (superiores a un 15% en varios centrales, cuando lo asimilable es un 10%); bajo efecto de los maduradores; altos por cientos de tierra debido a las plantas volcadas o promovidas por el huracán; así como poca maduración de la caña, con Brix (contenido de sacarosa) entre el 15 y el 16%.
Sergio Guillén Sosa, director del Instituto de Investigaciones de la Caña, precisó a Granma que: "para producir azúcar se necesita un Brix de 18% y hoy estamos en 15 y 16%. Eso dice que no hay madurez ni concentración de los sólidos totales".
La mala campaña azucarera en números
De los 53 centrales que molerán en la actual zafra, solo han arrancado hasta la fecha 26, dijo Dionis Pérez Pérez, director de Informática, Comunicación y Análisis de AZCUBA.
A ello se une que los centrales en operación apenas aprovechan su capacidad potencial al 50%; de ellos, un 21% por los perjuicios de las precipitaciones. Sin embargo, el porciento más alto (27%) corresponde "al tiempo industrial perdido".
A juicio de Pérez Pérez, las paradas más frecuentes en este inicio de zafra responden a las caídas de presión, revolturas en los clarificadores y el resbalamiento de caña en las esteras, todas relacionadas con la baja calidad de la materia prima.
Reiteró que el bajo grado de madurez y el comportamiento de la pureza en los jugos (al 82%) han incidido en el rendimiento industrial, el cual, hasta el momento, solo alcanza el 90% de lo planificado para la etapa. Todo ello ha determinado que el plan de azúcar marche al 45%.
AZCUBA se ha comprometido a asegurar en enero el azúcar refino y crudo de la canasta básica normada. Los funcionarios afirmaron que las medidas implementadas apuntan hacia ese objetivo, y a reducir al máximo las afectaciones de las lluvias.
Actualmente, los ingresos por azúcar van muy por detrás de los del turismo, las remesas, los servicios profesionales, el tabaco, el níquel y los productos farmacéuticos.
El sector tocó fondo en la zafra 2009-2010, cuando se registró la peor producción en 105 años, con tan solo 1.100.000 toneladas. Desde entonces AZCUBA intenta reanimar este capítulo, que desde 2010 mantuvo una tendencia al alza rota solo durante la zafra 2015-2016, cuando la producción azucarera decreció en un 19%.
Cuba consume entre 600.000 y 700.000 toneladas de azúcar por año y tiene un acuerdo de venta a China de 400.000 toneladas anuales.