El viaje que la presidente chilena, Michelle Bachelet, realizará a Cuba este fin de semana, a dos meses de dejar el cargo, ha suscitado polémica entre el oficialismo del país sudamericano, que lo presenta como una vía para "promover inversiones, mayor comercio o amistad", y la oposición, que cuestiona ese motivo, teniendo en cuenta el pobre intercambio entre los dos países, y señala la situación de derechos humanos en la Isla.
El viaje "tiene un componente fundamental económico, comercial e inversiones. Se trata de aprovechar la Ley de Inversiones aprobada el 2014 en Cuba y, de hecho, el primer evento oficial será un seminario sobre oportunidades comerciales e inversiones", dijo el canciller Heraldo Muñoz, quien no acompañará a la presidenta debido a que su esposa debe someterse a una operación.
"Se gobierna hasta el último día, eso lo ha dicho la presidenta, y si hay una visita que sea de interés para Chile, se hará en conformidad con lo que establece la ley", añadió, informó Notimex.
El ministro de Economía, Jorge Rodríguez Grossi, será quien acompañe a Bachelet, invitada a la Isla por Raúl Castro.
"Los viajes que hacen autoridades, en este caso la presidenta, y buscando que empresarios chilenos hagan negocios con otros empresarios del mundo, siempre son importantes y valiosos", dijo Rodríguez Grossi.
Los críticos del viaje, sin embargo, cuestionan el pobre intercambio comercial entre Chile y Cuba. Según la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales (DIRECON), del país sudamericano, las exportaciones a la Isla representan solo el 0,05% del total de ventas chilenas que superaron los 118.000 millones en 2016, informó la publicación El Libero.
Entre enero y septiembre de 2017, el comercio entre bilateral fue de 21 millones de dólares. De ellos 19 millones fueron exportaciones chilenas a Cuba.
En 2014 el intercambio fue de 34 millones de dólares; en 2015, de 50 millones y, en 2016, de 40 millones.
El Gobierno cubano compra a Chile principalmente productos pecuarios, del mar, y otros alimentos que consumen los turistas en los hoteles.
El viaje de Bachelet a Cuba fue aprobado de forma unánime por la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado.
El senador de la derechista Unión Demócrata Independiente (UDI) Hernán Larraín declaró que "los motivos por los cuales la presidenta va a Cuba son de definición exclusiva del Gobierno y, como conductor de la política exterior, no somos nosotros quienes le vamos a objetar ese viaje".
"No creo que el viajar a un país sea avalar la política que ese país hace", dijo por su parte el excanciller y exsecretario general de la OEA José Miguel Insulza, en declaraciones a radio Infinita.
"Gobernar hasta el último día significa llevar adelante las relaciones exteriores del país y cumplir los compromisos que se tienen", añadió. "Este viaje estaba comprometido y estaba en el programa de la presidenta".
Entre los críticos de la visita de Bachelet a Cuba, algunos recordaron el viaje que realizó la presidenta en 2009, en su primer mandato, durante el cual Fidel Castro se posicionó a favor de Bolivia en la demanda contra Chile por una salida al mar.
Posteriormente, el Gobierno cubano ha hecho "sendas declaraciones, junto con Nicaragua y Venezuela, apoyando la demanda política de Bolivia en contra de Chile, es decir, entrometiéndose en el no respeto a los tratados internacionales", dijo Jorge Tarud, diputado de Nueva Mayoría.
Pidió al Gobierno de Bachelet "una explicación de cuáles son las razones de fondo de este viaje".
"Yo nunca ha politizado los temas de Estado como la política exterior y en este viaje a Cuba he intentado buscar cuáles son los propósitos de conveniencia para el país y la verdad es que no los encuentro", afirmó Tarud, citado por el diario El Heraldo.
Por su parte, el diputado y excandidato presidencial José Antonio Kast dijo que "ir a Cuba por tres días a despedirse de Raúl Castro es un gustito", para Bachelet.
"Es capaz de ir a abrazarse con él, que tiene una dictadura, y ahí los derechos humanos los guarda en su cartera", añadió.
"No me parece mal el viaje a Cuba de la presidenta Bachelet. Es más, si agregara una visita a Nicaragua y otra a Venezuela podría pasar a la historia como 'la gira del socialismo fracasado'", ironizó el senador de derecha Manuel José Ossandón.