La Asamblea Nacional del Poder Popular aprobó extender hasta el 19 de abril de 2018 la actual legislatura, que debía concluir el próximo 24 de febrero después de la celebración de unas elecciones generales tras las que se esperaba que Raúl Castro fuera relevado al frente del Gobierno.
La medida, propuesta por el Consejo de Estado, que el propio general preside, se tomó por "la situación excepcional" provocada por el paso del huracán Irma en septiembre pasado, que dejó en la Isla diez muertos y millonarios daños materiales, argumentaron.
"El Consejo de Estado de la República de Cuba mediante su Acuerdo de fecha 15 de diciembre de 2017 ha interesado de la Asamblea Nacional del Poder Popular, extender el término del mandato de la actual Legislatura, atendiendo a la imposibilidad de efectuar las elecciones convocadas para elegir delegados a las Asambleas Provinciales del Poder Popular y los diputados a la Asamblea Nacional en las fechas inicialmente previstas, dada la grave situación ocasionada en el país por el azote del huracán Irma", reza el texto del acuerdo publicado por el sitio oficial Cubadebate.
"Por lo cual se hace imposible que la próxima Legislatura inicie su mandato en fecha 24 de febrero de 2018 como se había previsto", añade.
"El azote del país por un devastador huracán es un acontecimiento imprevisible, excepcional e imposible de evitar; y estas razones del hecho acontecido devienen en causa sobrevenida que fundamenta la necesidad de extender el término del mandato de la Asamblea Nacional del Poder Popular en su VIII Legislatura, ante la imposibilidad de cumplimentar el cronograma de trabajo trazado para efectuar el proceso de elecciones generales en la nación", dice textualmente.
Así, "la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos propone a la Asamblea Nacional del Poder Popular que en ejercicio de la facultad que le concede el citado Artículo 72 de la Constitución de la República, acuerde, extender su término de mandato hasta el 19 de abril de 2018, fecha en la que debe tomar posesión e iniciar su gestión la Asamblea Nacional del Poder Popular de la IX Legislatura, que resulte electa por nuestro pueblo", agrega.
Según la Constitución cubana, una legislatura solo puede extenderse "por acuerdo de la propia Asamblea en caso de guerra o en virtud de otras circunstancias excepcionales que impidan la celebración normal de las 'elecciones' y mientras subsistan tales circunstancias".
"Del mismo modo, atendiendo a los razonamientos antes expuestos y a tenor de lo previsto en el párrafo final del Artículo 111 de la Constitución, (acuerda) extender el mandato de las Asambleas Provinciales del Poder Popular hasta el 25 de marzo de 2018", concluye.
El "proceso electoral" en la Isla comenzó el 26 de noviembre con la elección de los delegados municipales del Poder Popular, en la que participaron 7.600.000 personas, según datos oficiales.
De cara a la primera fase de estos "comicios", varias plataformas opositoras intentaron sin éxito presentar candidatos independientes.
Varios de estos grupos, que también enviaron observadores a los colegios electorales el pasado 26 de noviembre, reportaron varias "incidencias": "al menos una decena de detenidos, operativos alrededor de las viviendas de activistas, el cerco policial de colegios electorales, impedir votar a opositores y otras violaciones de la Ley Electoral".
Los "comicios" organizados por el régimen siguen estando inclinados a su favor. El primer vicepresidente, Miguel Díaz-Canel, dijo abiertamente que su Gobierno estaba "dando todos los pasos para desacreditar" a los candidatos independientes porque si llegaban a las Asambleas Municipales "sería una manera de legitimar dentro de nuestra sociedad civil a la contrarrevolución".
La Comisión de Candidaturas Nacional (CCN), como también las de niveles provincial y municipal, funcionan como filtros y garantizan al régimen que los delegados de las Asambleas Provinciales y los diputados de la Asamblea Nacional, que "elegirán" al Consejo de Estado y a su presidente, respondan a los intereses del Partido Comunista.
La transmisión del poder dentro de la elite del régimen parece estar en marcha. No está claro quién sucederá a Raúl Castro. Por ahora, la lógica —nada fiable en el caso del castrismo— apunta a Díaz-Canel.