Una nueva ley migratoria que entró en vigor el pasado miércoles en Brasil podría beneficiar a cientos de especialistas cubanos que han abandonado el programa Más Médicos, según explicó el abogado André De Santana Correa a El Nuevo Herald.
El letrado representa a 80 médicos de la Isla que han presentado reclamaciones a la Justicia para poder establecer residencia en ese país y puntualizó que "la nueva ley permite diversos tipos de protección al médico cubano considerado desertor en Cuba a través de la llamada acogida humanitaria".
De Santana aconsejó a todos los especialistas de la Isla que tienen una visa temporal vencida en Brasil que soliciten "permiso de residencia con visado temporal de acogida humanitaria".
Las autoridades tomarían en cuenta que a estos profesionales les está prohibido regresar a su país de origen durante ocho años porque el Gobierno cubano los cataloga como "desertores".
Santana consideró esta política del régimen "mucho más que una persecución política" y la describió como "la crueldad más despiadada por la que se puede hacer pasar a un ser humano", teniendo en cuenta que "se aleja a la persona de sus seres queridos y de su tierra natal, y además se deja completamente indefenso al individuo, como si su vida no valiera nada".
La nueva ley de migración de Brasil tiene como objetivo igualar los derechos y deberes de los extranjeros residentes a los de los brasileños, así como facilitar la llegada de mano de obra calificada al país.
De acuerdo con el reporte de El Nuevo Herald, la legislación sustituye al Estatuto de Extranjero, que databa de la época de la dictadura militar (1964-1985) y permite ahora a los ciudadanos foráneos con estudios superiores trabajar en Brasil sin necesidad de tener una propuesta formal de empleo de una compañía en el país.
"Tenemos esperanza de que con esta nueva ley nuestro proceso continúe. Hay muchos médicos cubanos en Brasil que necesitamos que este país reconozca que somos profesionales de la salud en igualdad de condiciones con los médicos de otros países que están en el programa Mas Médicos", dijo Ernesto Ramírez, un especialista de la salud que dejó la tutela de La Habana.
Noel Fonseca, quien lleva más de 20 años de médico y decidió quedarse a vivir en Brasil, declaró que está esperanzado con la nueva ley. Tanto él como su esposa fueron expulsados del programa por no contar con el respaldo del Gobierno cubano. Las autoridades de La Habana les comunicaron además que no podrían regresar al país en ocho años y en Brasil no les permiten trabajar como médicos por la presión del régimen cubano.
"El Ministerio de Salud Pública amenazó al Gobierno brasileño para que no se nos permita quedarnos en el programa Más Médicos si desertamos de la misión. A su vez, el Ministerio de Salud de Brasil presionó a las municipalidades para que no den ningún tipo de ayuda a los médicos", explicó Fonseca al medio miamense vía telefónica.
Sin embargo, Diana Quintas, abogada en Brasil de la firma Fragomen, dijo recientemente a la agencia EFE que la nueva ley contenía "lagunas" y que en aspectos como el trabajo, requerirá de la acción conjunta de varios ministerios.
Además, para buscar empleo sin una oferta de trabajo en el gigante sudamericano los profesionales de terceros países tendrían que tener un título universitario en "profesiones estratégicas para Brasil", aunque no especifica cuáles.
Otros muchos analistas critican la puesta en vigor de esta legislación en un momento en que el desempleo aumenta en el país y cuando en la práctica muchos de los servicios esenciales que se quiere brindar a los inmigrantes no los tienen los mismos brasileños.
Actualmente unos 18.200 profesionales están inscritos en el programa Más Médicos, de los cuales 11.400 son cubanos que ejercen en el área de atención básica, según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Los participantes deben permanecer tres años y regresar, salvo aquellos que soliciten una ampliación de la estancia a La Habana.
Sin embargo, en estos momentos la política del Ministerio de Salud brasileño apuesta por la reducción de la cuota cubana, destinándola en esencia a puestos que son rechazados por profesionales brasileños.
Brasil paga unos 4.433 dólares a la OPS por el servicio del personal médico de la Isla, que a su vez retiene un 5% de comisión y remite el resto al Gobierno cubano. Los cubanos apenas reciben 600 dólares mensuales y otros 645 les son depositados cada mes en una cuenta personal en Cuba. Muchos de los propios especialistas califican estas condiciones como "esclavitud moderna".