Cerca de 600.000 personas han visitado el monolito de piedra que guarda las cenizas de Fidel Castro en el cementerio de Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba desde el pasado 4 de diciembre hasta noviembre de este año, informa el semanario oficial Trabajadores.
La cifra es inferior a los cálculos preliminares del Gobierno que en febrero pasado había estimado que los visitantes llegarían al millón antes del verano.
De los 600.000 visitantes de la tumba de Castro en casi un año, unos 125.000 han llegado procedentes de más de 100 naciones, mayoritariamente de Alemania, España, Francia, Italia, Canadá y Estados Unidos.
El monolito de las cenizas recibe un promedio diario de 2.000 visitantes.
Según Yudis García Delis, administradora del cementerio Santa Ifigenia, muchas de estas personas dejan un "recuerdo": banderas, sellos, cartas, postales, poemas, discos, libros.
"En las afueras de Santa Ifigenia se han creado condiciones para que nacionales y extranjeros puedan adquirir flores, preferentemente rosas rojas, y ofrendarlas al hombre paradigma de revolucionario", añade Trabajadores.
La tumba de Fidel Castro, junto a la del héroe nacional José Martí, se ha convertido en uno de los sitios dilectos del régimen y su propaganda.
En octubre pasado, el régimen trasladó los restos de los héroes de las luchas de independencia Carlos Manuel de Céspedes y Mariana Grajales para acercarlos a la piedra donde se encuentran los de Fidel Castro.
El semanario Trabajadores se refiere a la tumba de Castro como "simbólico altar mayor de la nación cubana" donde confluyen "el Héroe Nacional, la Madre y el Padre de la patria, cuyas tumbas se alinean cercanas a la piedra funeraria".
A principios de enero, las autoridades señalaron que unas 70.000 personas de Cuba y el mundo habían ido en un mes a visitar "la piedra de granito gris" en Santa Ifigenia, según datos oficiales.
La tumba de Castro se ha vuelto además un sitio donde se coleccionan rarezas como la bufanda de un príncipe de Arabia Saudita que pasó por el mausoleo a principios de enero y que había prometido no cortarse la barba hasta venir a la piedra que guarda las cenizas.
Dos sexagenarios emprendieron en septiembre un recorrido de más de 600 kilómetros desde Cienfuegos hasta Santiago de Cuba con el objetivo de visitar la tumba.
El dictador de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, afirmó en los pasados días que tiene una "deuda" con Fidel Castro y que irá a su tumba pronto.