El nacionalista puertorriqueño Oscar López Rivera, que pasó casi 36 años en la cárcel en EEUU, de visita en Cuba desde el domingo, dijo este lunes que el difunto Fidel Castro era un "ejemplo de resistencia y lucha", según recogen medios oficiales de la Isla citados por EFE.
"Fue un hombre que nos dio un ejemplo de resistencia y lucha y al que debemos añorar todos los amantes de la justicia", afirmó López Rivera, de 74 años, en un acto en el Instituto Cubano de Amistad de los Pueblos (ICAP), organización oficialista que lo invitó a visitar la Isla.
Tras la muerte del dictador, el pasado 25 de noviembre, no hay celebración ni actividad en la Isla que no incluya un homenaje a él. El culto y la lealtad al gobernante son uno de los principales sostenes ideológicos del régimen.
"No podemos permitir lo que Estados Unidos ha hecho hasta ahora, que siga en Guantánamo (en la base naval), que nos prohíba estar en armonía con otros países y que continúe con un bloqueo criminal", agregó haciéndose eco del discurso del régimen sobre el embargo, al que culpa de los problemas internos y de la mala gestión gubernamental de la Isla.
En el acto de este lunes también participó el presidente del ICAP, el espía de la red Avispa Fernando González Llort, con quien López Rivera compartió celda durante cuatro años en la prisión de Terre Haute, en Indiana.
Durante su visita a la Isla, el puertorriqueño recibirá este martes la Orden de la Solidaridad que entrega el Gobierno cubano, visitará el Memorial del Che Guevara en Santa Clara y la tumba de Fidel Castro.
El pasado 17 de enero, el entonces presidente estadounidense Barack Obama conmutó la condena de López Rivera, quien fue liberado en mayo.
El puertorriqueño se sumó en 1976 a las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN), una formación que en la década de 1970 cometió actos de sabotaje para favorecer la independencia de Puerto Rico, en especial en el área de Chicago, y a la que se le atribuyen cuatro muertes y ataques con explosivos.
Fue detenido en 1981 y sentenciado a 55 años de cárcel por los cargos de conspiración sediciosa contra el Gobierno estadounidense, uso de la fuerza en robo, transporte de armas y de explosivos con la intención de destruir propiedad gubernamental.
A su condena se añadieron otros 15 años en 1991 por un intento de fuga. En 1999 rechazó el indulto que concedió Bill Clinton, por considerar que no debía aceptarlo mientras no se extendiera también a otros dos de sus compañeros presos por formar parte del FALN.
Pocos días después de su liberación este año, Raúl Castro envió una carta a López Rivera en la que lo felicitó y lo invitó a visitar Cuba.