El Gobierno de Colombia ratificó la orden de extradición a EEUU de dos traficantes de personas acusados de violar, robar y asesinar a dos emigrantes cubanos en el Golfo de Urabá, Colombia, en septiembre de 2016, informó El Nuevo Herald.
El traslado a territorio estadounidense de Jhoan Stiven Carreazo Asprilla, alias "Playboy", y de Carlos Emilio Ibargüen Palacio fue avalado el pasado 19 de julio, pero la decisión final se había postergado luego de que uno de los procesados interpusiera un recurso de reposición para que se revocara su orden de extradición.
Sin embargo, el presidente colombiano Juan Manuel Santos negó el recurso a través de una resolución ejecutiva el 20 de octubre, dejando en pie su extradición para que respondan ante la Corte Federal del Distrito Sur de Florida por cuatro cargos relacionados con tráfico humano.
Los dos presuntos asesinos formaban parte de una red internacional de tráfico de personas que operaba en la zona fronteriza con Panamá. La Fiscalía de Colombia también los vincula con el Clan del Golfo, un grupo narcoparamilitar que opera en el noroeste del país.
La Fiscalía de EEUU contempla la petición de cadena perpetua, pero un tratado entre Washington y Bogotá establece que un ciudadano colombiano extraditado a EEUU solo puede recibir 60 años de sentencia, la pena máxima que rige en Colombia.
DIARIO DE CUBA dio a conocer el caso en septiembre del año pasado, cuando las autoridades informaron al respecto.
Los jóvenes cubanos Dunieski Eliades Lastre, Liover Santos Corría y Edelvis Martínez Aguilar confiaron su ruta hacia EEUU desde Panamá a los dos presuntos asesinos.
Los cubanos llegaron primero a Guayana, después cruzaron Venezuela y luego a Colombia, con la intención de atravesar América Central y México hasta llegar a su destino final.
Los dos acusados convencieron mediante engaño a los tres isleños de que los ayudarían a cruzar la frontera entre Colombia y Panamá a través de un salvoconducto (que ya Migración Colombia no estaba otorgando) por una cantidad de unos 1.500 dólares.
Ya en medio del Tapón del Darién, los traficantes les exigieron más dinero, robaron sus pertenencias y violaron a Martínez Aguilar.
La joven y Lastre (identificado más tarde) aparecieron asesinados con cortes en el cuello y abdomen.
Santos Corría logró huir y después de andar dos días perdido en la selva, pudo comunicarse mediante llamada telefónica con la Fiscalía de Apartadó y denunciar los hechos.