Elián González, Aleida Guevara y el espía Fernando González Llort, entre otras figuras del régimen, concurrieron a un juicio montado en el XIX Festival de la Juventud y los Estudiantes que se celebra en la ciudad rusa de Sochi, en el que sentaron en un supuesto banquillo de los acusados al "imperialismo".
Como testigo participó el niño balsero, hoy devenido vocero del Gobierno de cara a la juventud de la Isla, quien acusó al Gobierno de EEUU de ser responsable de la muerte de su madre y de la "privación de sus derechos".
En un vídeo del Noticiero Estelar de la televisión estatal, se ve a González leer su discurso de forma nerviosa y llegando a equivocarse en varias ocasiones. En la voz del recién graduado de Ingeniería se volvieron a escuchar reclamos y quejas de La Habana.
Habló del embargo, la invasión de Playa Girón, los intentos de asesinato a Fidel Castro, el atentado al avión de Barbados y la Ley de Ajuste Cubano frente a una tribuna presidida por la hija de Ernesto Guevara, González Llort y la secretaria general de la UJC, Sucelys Morfa, célebre por su ataque a miembros de la sociedad civil independiente en la Cumbre de las Américas de Panamá de 2015.
A Elián González incluso se le vio llorar y ser abrazado por el exintegrante de la Red Avispa, quien cumplió condena en los EEUU.
En otro momento de su intervención dijo que "la juventud constituye el principal factor de cambio" a los que Washington dirige "planes de destruir la revolución cubana" y afirmó que a ese grupo se enfocan "los más variados métodos de subversión e influencia".
"Para el imperialismo y sus planes, es útil una juventud descontenta, no comprometida, orientada a la banalidad, ajena a las realidades de Cuba y de la Humanidad y supuestamente desideologizada, que es una de las formas más peligrosas de ideología", leyó.
Elián fue sacado ilegalmente de Cuba por su madre, Elizabeth Brotons, en noviembre de 1999. Durante la travesía por el Estrecho de la Florida, el bote en el que viajaban naufragó y la mujer y otras diez personas murieron.
El niño fue rescatado por pescadores que lo entregaron a las autoridades estadounidenses y, estas, a familiares en Miami.
El episodio desató un enfrentamiento entre el padre del niño, Juan Miguel González, respaldado por el Gobierno cubano —que organizó una gran campaña para exigir el regreso del menor a la Isla—, y la familia en Miami, apoyada por parte del exilio.
La justicia estadounidense determinó finalmente que Elián debía ser devuelto a su padre, y el niño fue sacado a la fuerza de la casa de sus familiares.
Tras su regreso a la Isla, el menor fue convertido en un participante habitual de los actos políticos del régimen y apareció con frecuencia junto a Fidel Castro. La campaña por el regreso de Elián a Cuba dio origen a la llamada "Batalla de Ideas", que el régimen aún mantiene.