La Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex) entregó este martes un Doctorado Honoris Causa post mortem a Fidel Castro, según dio a conocer la agencia oficial Prensa Latina.
El reconocimiento lo recogió el embajador cubano en México, Pedro Juan Núñez Mosquera.
La condecoración fue autorizada por el Consejo Universitario de la UAEMex desde noviembre del año 2000, pero por "múltiples imponderables" nunca fue posible entregarla.
Según la prensa mexicana, hace tres años, la Universidad habría hecho gestiones para que Fidel Castro fuera condecorado, pero "por complicaciones de agenda no fue posible".
La Universidad dijo que reconoció a Castro porque era "un personaje emblemático de la lucha social en el siglo XX y con una aportación invaluable a las ramas de la educación y la salud".
El otorgamiento de un Doctorado Honoris Causa post mortem no es muy frecuente. Figuras de la izquierda latinoamericana han sido acreedoras en los últimos años de estos reconocimientos.
A principios de este año, en Argentina la Universidad de Lanús le dio un Honoris Causa post mortem al expresidente venezolano, Hugo Chávez, fallecido en 2013 por "ayudar a la creación de un nuevo orden geopolítico global multipolar más justo y más humano", informó Infobae.
En 2014, otra institución académica argentina, la Universidad de La Plata, otorgó un Doctorado post mortem al expresidente Néstor Kirchner que lo recibió su esposa Cristina Fernández de Kirchner, según dio a conocer Página12.
Otras figuras, como el escritor uruguayo Eduardo Galeano (1940-2015) han sido distinguidos con este lauro (en su caso otorgado por la Universidad de Guadalajara).
Aunque después de la muerte del dictador el Gobierno cubano limitó por ley el uso de su nombre e imagen en Cuba, la figura de Fidel Castro no ha dejado de utilizarse y ensalzarse.
El gobernante falleció el 25 de noviembre de 2016 a los 90 años. Desde entonces no hay actividad, congreso o celebración en la Isla o en la que esté vinculada una delegación del Gobierno cubano en el exterior que no incluya un homenaje a él.
Cuando vivía, Fidel Castro decía oponerse al culto a la personalidad, aunque permitió que los carteles con su imagen y sus frases inundaran la Isla. El culto y la lealtad al gobernante se convirtieron en uno de los principales sostenes ideológicos del régimen.