El 3 de octubre a las 8:00 de la noche se celebró una Asamblea de Nominación de Candidatos que dejó bien claro a quienes participaron en ella cómo se ejerce en Cuba la "democracia socialista".
Fue la asamblea correspondiente al área de nominación Nº3 de la circunscripción 34 del municipio Sancti Spíritus, donde la joven Aimara Peña González pensaba nominarse como candidata independiente para representar a sus vecinos desde el cargo de delegada.
Desde el día anterior, los vecinos habían sido citados verbalmente para la asamblea por los presidentes de los CDR de la circunscripción. Esta citación debe ser pública y llegar al 100% de los electores. Sin embargo, los encargados de hacerlo no llegaron nunca a la casa de Aimara, para citarla a ella y a su familia.
El día 3, el mismo de la asamblea, Peña fue detenida de camino a su casa y conducida a la unidad provincial del Ministerio del Interior (MININT), donde fue "entrevistada" por tres hombres, uno de ellos uniformado y dos de civil. "No se presentaron", explica Aimara, "pero sé que uno de ellos se hace llamar Toni y otro Luis".
La coacción es un delito. En su artículo 286, inciso 2, el Código Penal cubano lo describe como "impedir a otro hacer lo que la ley no prohíbe o ejercer sus derechos". Sin embargo, los oficiales del MININT y la Seguridad del Estado demostraron ese día a Aimara Peña que ellos están más allá del alcance del Código Penal, pues durante horas estuvieron coaccionándola para impedirle ejercer su derecho de participar y ser nominada, como lo establece para todos los ciudadanos el artículo 4 de la Ley Electoral y el 133 de la Constitución, otros dos convenios por los que el MININT, al parecer, no necesita regirse.
"Fui advertida de lo que ocurriría en mi Asamblea de Nominación si yo insistía en presentar mi candidatura", cuenta Aimara Peña a DIARIO DE CUBA. "Escuché cómo tenían la asamblea montada como una obra de teatro, lo que es una burla a la democracia y a la Ley Electoral.Con esas amenazas demostraron que la asamblea fue manipulada para que ocurriera lo que ellos organizaron".
Demostraron también que la coacción se había extendido a varios de los electores, incluyendo a dos que fueron "visitados" en sus propias casas porque sabían que apoyarían la candidatura de Peña.
"Uno de ellos es Adalberto Izquierdo. El otro no quiere que su nombre sea mencionado", apunta Aimara. Esa "visita" la privó del apoyo de algunos electores que, intimidados, no se atrevieron a defender su candidatura en la asamblea.
A pesar de saberlo, Peña decidió nominarse como tenía previsto.
"Desde las 4:00 de la tarde las dos entradas y salidas de la comunidad estaban bloqueadas por dos carros patrullas; el ir y venir de extraños en las calles era amenazante", describe Peña.
A la hora de la asamblea, la presión se incrementó.
"Había cinco carros pequeños y un jeep patrulla. Un policía estaba en el lugar y otros tres dentro del vehículo. Había 20 personas 'visitando' la asamblea; de ellos, ocho agentes conocidos de la Seguridad del Estado. Además, cerca de la mesa se estaban ubicando personas de la comunidad miembros del Partido, en total diez. Conversaban con los 'visitantes' como recibiendo orientaciones. Todos me miraban".
Según Aimara Peña, la circunscripción cuenta con más de 150 electores, pero solo asistieron 57 a la reunión, que comenzó con media hora de retraso.
"Esa media hora fue tensa. Tenía todos los ojos encima y todos mis vecinos me saludaban tímidamente, con miedo. Y también eran observados".
En cuanto comenzó la asamblea, se alzaron las manos para nominar. Los dos primeros nominados aceptaron y ninguno de los participantes tuvo reparos ante las propuestas. La tercera nominación fue la de Aimara, que fue interrumpida por un miembro de Partido Comunista, quien alegó que ella no podía ser nominada porque era una mercenaria, que no representaba al pueblo de Cuba, sino a Estados Unidos.
La Ley Electoral vigente solo impide el ejercicio electoral a aquellas personas que estén inhabilitadas por un delito y a las que tengan alguna incapacidad mental, como aclara el artículo 132 de la Constitución. La ideología política no es, por ley, una causa que inhabilite al ciudadano. Por el contrario, la Constitución en su artículo 41 establece la igualdad de todos y en el 42 proscribe la discriminación por cualquier causa "lesiva a la dignidad humana".
Por si quedara alguna duda, en el artículo siguiente, el 43, se puede leer que todos los ciudadanos "tienen acceso, según méritos y capacidades, a todos los cargos y empleos del Estado".
Aimara Peña sabía todo esto, pero fue interrumpida para que no se pudiera defender.
"Esta vez, por un tío mío que es miembro del Partido Comunista", cuenta Aimara. "Dijo: 'Aquí nadie votará por ti, todos saben a qué te dedicas', y pidió someter esto a votación. Ocho valientes me apoyaron públicamente, a pesar de la presión, pero no fue suficiente, porque eran minoría".
Esta votación fue también ilegal, pues la Ley electoral en su artículo 83 establece que primero se proponen todos los candidatos y luego se vota por ellos en el mismo orden que fueron propuestos. No está establecido que se vote para validar una nominación. Todas las nominaciones son válidas, pues expresan, supuestamente, la opinión popular. Solo se vota para escoger al candidato entre los nominados.
A causa de este ardid ilegal, el nombre de Aimara Peña no aparece en el acta de la asamblea, como si nunca hubiera sido nominada, lo que viola otro artículo de la Ley Electoral, el 84. En su inciso ch este determina que el acta de la Asamblea de Nominación debe contener los nombres de todos los candidatos propuestos.
En la votación, donde no se mencionó el nombre de Aimara, fue electa una candidata con 23 votos.
"Es una maestra como yo, madre, con un perfil parecido al mío. Sin dudas, fue escogida para hacerme la competencia", asegura Peña.
Mientras alguien gritaba "¡Viva Fidel!", Aimara se acercó a la mesa para pedir una copia del acta de la reunión.
"Mailén, la secretaria de acta, me dijo que era para la Comisión y para el Municipio, que no tenía más copias. Cuando le pedí copiarla con mi puño y letra, la tomó en sus manos y me dijo que no. El ambiente se tornó agresivo, pues varias personas se acercaron a mi lado. Algunos vecinos me dijeron: 'Deja eso Aimara ya, deja eso'. Decidí hacerlo y salir del lugar".
Aunque la reunión terminó a las 9:15 de la noche, Aimara Peña asegura que la presencia de personas ajenas en la zona duró varias horas más.
Y así transcurrió un día de ejercicio de la democracia socialista, con una circunscripción intimidada, varias leyes violadas y el triunfo de la voluntad de un Gobierno para el que su Código Penal, su Ley Electoral y hasta su Constitución son letra muerta cuando le conviene.