El canadiense Carl-Michel Cloutier fue detenido en el poblado villaclareño Isabela de Sagua, adonde viajó expresamente para entregar donaciones recopiladas en su país para los damnificados por el huracán Irma. Ya de vuelta a Canadá, contó a la edición digital de La Presse el "calvario" que sufrió durante un arresto de más de cuatro horas.
"Pensé que iba a terminar en la cárcel", contó al medio.
Según sus declaraciones, había informado a la Embajada de Cuba en Canadá del propósito de su viaje "porque quería que su carga estuviera exenta de aranceles cuando llegara a La Habana el 21 de septiembre".
Aunque la Cónsul cubana en Montreal, Mara Bilbao Díaz, no le había prometido nada al respecto, le había dado un documento dirigido a las autoridades aduaneras en el que se justificaba el transporte de "15 paquetes de 25 kg cada uno, con donaciones de ropa, juguetes y alimentos enlatados destinados a las víctimas del huracán Irma en el poblado de Isabela de Sagua, en la provincia de Villa Clara".
Según la publicación local, Cloutier finalmente llegó con 19 bolsas de mercancías para distribuir, pero solo pudo entrar nueve de ellas y pagando aranceles de 100 pesos convertibles. Las otras diez maletas permanecieron en el aeropuerto.
El canadiense está casado con una cubana. La familia de su esposa vive en la provincia de Villa Clara, no lejos de Isabela de Sagua, donde el 70% de las edificaciones quedó destruido por el huracán. Para ayudar a las personas afectadas, recolectaron donaciones de conocidos e instituciones educativas solidarias.
Cloutier y un amigo pudieron distribuir algunas de estas donaciones la semana pasada en el pueblo devastado, pero durante un chequeo en la carretera fueron detenidos por agentes de la Policía y llevados a la comisaría, donde le fueron confiscaron sus teléfonos y cámaras.
"Un hombre vestido con uniforme militar del Departamento de Inmigración y otro vestido con ropa civil, de la Seguridad del Estado, me interrogaron durante más de cuatro horas sobre nuestra visita y las donaciones que hicimos", precisó Cloutier a La Presse.
"Me dijeron que es ilegal hacer donaciones humanitarias sin pasar por el Gobierno. Me trataron como un criminal", lamentó.
Según el testimonio de los quebequenses, "la atmósfera era muy tensa y el interrogatorio conducido en un tono áspero".
Cloutier y su amigo fueron liberados tras seis horas, pero la historia no terminó ahí. Tuvieron que presentarse otra vez ante las autoridades bajo amenaza de no poder salir de la Isla. Después de realizar gestiones a través del consulado canadiense y de la intervención de los diplomáticos de ese país, pudieron abandonar Cuba.
Según el medio canadiense, la Embajada de Cuba en Ottawa no respondió a sus numerosas solicitudes de aclaración sobre las normas que se deben respetar en torno a las donaciones.
"Todos los visitantes a Cuba deben cumplir con las reglas", dijo la primera secretaria de la sede, Mariem Martínez, prometiendo más detalles, que el diario digital nunca recibió.
La Embajada de Canadá en La Habana por su parte hizo hincapié en que la mejor manera de ayudar a las personas afectadas por una tragedia es proporcionar donaciones en efectivo a organizaciones humanitarias ya activas en el campo.
El Gobierno cubano tiene montado todo un mecanismo para controlar las donaciones que llegan a la Isla y no permite que terceras personas u organizaciones independientes distribuyan ayuda sin pasar por los canales oficiales establecidos.
La situación de la Isla tras el paso del meteoro es precaria. Organismos internacionales han estimado las necesidades de ayuda en millones de dólares para poder auxiliar a miles de cubanos. La propia ONU prevé ayudar a más de 2,1 millones de cubanos damnificados con alrededor de 100 millones de dólares.
Al territorio cubano han llegado cargamentos con donaciones, los más recientes procedentes de la Cruz Roja Internacional, Venezuela y China. Las autoridades anunciaron que el viernes pasado habían iniciado el traslado de los donativos recibidos hacia las provincias más afectadas.
Un informe preliminar del Consejo de Defensa Nacional sobre los daños del meteoro reportó que más de 11.680 cubanos dependen actualmente de la asistencia del Estado en La Habana, Matanzas, Villa Clara, Sancti Spíritus, Ciego de Ávila, Camagüey, Las Tunas, Holguín y Guantánamo.
Además registró que unas 158.550 viviendas sufrieron daños durante el huracán, que destrozó totalmente 14.657 hogares, derrumbó parcialmente a otros 16.646 y dejó sin techo a 23.560.
El intenso huracán Irma que impactó del 8 al 10 de septiembre a 13 de las 15 provincias de Cuba, dejó un saldo de diez muertos y cuantiosos estragos en infraestructuras económicas estatales, viviendas, y los servicios de telecomunicaciones y de electricidad, entre otros.