El impacto del huracán Irma sobre Cuba entre el 8 y el 10 de septiembre provocó una disminución del 50% en la llegada de turistas a la Isla este mes, según dio a conocer el diario oficial Granma.
Manuel Marrero, ministro de Turismo, indicó que hasta el viernes pasado fueron recibidos 3,6 millones de turistas frente a los alrededor de tres millones contabilizados en la misma fecha en 2016.
Afirmó, además, que el Gobierno se compromete a que todas las instalaciones del turismo cubano estén operativas para la temporada alta y que para ello "se dispone de los recursos financieros, del equipamiento, los recursos materiales y, sobre todas las cosas, del personal necesario".
Los suministros de electricidad, agua y las comunicaciones ya están restablecidas "en el ciento por ciento de los polos turísticos" de la Isla, incluidos los cayos Santa María, Coco y Guillermo, que fueron los más dañados por el paso de Irma, cuyo centro tocó tierra en esa zona con categoría 5 en la noche del 8 de septiembre.
El titular de Turismo explicó que los principales destrozos fueron la pérdida de cubiertas ligeras, falsos techos, rotura de cristales y en las áreas verdes, puntualiza EFE.
"No hay ningún hotel que se haya derrumbado o un edificio en donde haya colapsado una estructura de hormigón", aseguró.
De los 18 hoteles situados en Cayo Coco y Cayo Guillermo, 14 estarán "totalmente recuperados" para el 1 de noviembre y los cuatro restantes, para el día 15; en el caso de Cayo Santa María, la planta hotelera estará operativa el 15 de noviembre, dijo.
Sobre el estado de las playas en la cayería norte, el ministro comentó que "han mejorado considerablemente sus condiciones después del paso del huracán", que dejó "mucha más arena y mejores dunas". También se trabaja en la reparación de los dos "pedraplenes" que unen los cayos de la costa norte con tierra firme.
Respecto a los aeropuertos de la zona, señaló que el aeropuerto nacional de Cayo Las Brujas estará listo el 15 de octubre, en tanto la terminal internacional del aeropuerto de Santa Clara reanudó este lunes sus operaciones. En cuanto a los de La Habana y Varadero, ambos también golpeados por el ciclón, insistió en que sufrieron daños "mucho menores".
En Varadero, donde "se ha hecho un trabajo fuerte", hay operativos 47 de 52 hoteles y según el balance de daños el Irma afectó al 26% de la planta hotelera, que suma en total 20.790 habitaciones.
Marrero recalcó que el abastecimiento del sector turístico también está garantizado.
El Gobierno está destinando productos y recursos para el sector del turismo, mientras a la población le ha racionado la venta de 50 productos en mercados minoristas (entre ellos huevos, arroz, pasta dental, velas, frazadas de piso, salchichas, refrescos, pastas largas y coditos, carne de cerdo) ante "la carencia de abastecimientos".
En un país donde la escasez es creciente y los productos más básicos no se encuentran en las tiendas estatales de forma estable, el huracán Irma ha agravado la adquisición de alimentos y artículos de primera necesidad.
El pueblo ya ha salido a las calles a protestar y reclamar por estas carencias. A mediados de septiembre Centenares de personas salieron a la Calzada de 10 de Octubre, en La Habana, y en un poblado de Matanzas para exigir el restablecimiento de los servicios eléctrico, de agua, recogida de basura y escombros acumulados durante días tras el paso del huracán Irma. El régimen, al menos en la capital, respondió con un amplio despliegue de contención, pero cumplió las demandas de los manifestantes, según varios reportes.
La amplia devastación que causó Irma ha creado problemas con los servicios básicos, que el Gobierno ha reconocido tardará en resolver.
El poderoso huracán Irma barrió la costa norte de Cuba de este a oeste entre el 8 y el 10 de septiembre, provocando al menos diez muertos e importantes destrozos materiales aún sin cuantificar, especialmente en viviendas e infraestructuras energéticas y agrícolas. También obligó a evacuar a miles de turistas de las zonas de riesgo en la trayectoria del huracán.
El turismo es la segunda fuente de divisas para la deprimida economía cubana, solo por detrás de la exportación de servicios profesionales (médicos y maestros fundamentalmente).