El primer vicepresidente cubano, Miguel Díaz-Canel, enviado de La Habana a la toma de posesión del presidente electo de Angola, Joao Lourenço, arribó a Luanda, donde justificó la ausencia de Raúl Castro en la ceremonia y elogió "la paz" que vive el país africano.
"Es increíble cómo se han desarrollado, y eso dice que hacía falta la paz", dijo Díaz-Canel, a su llegada a esa capital, donde fue recibido por el ministro de Antiguos Combatientes Cándido Pereira van Dunem, recogió el diario oficial Granma.
El primer vicepresidente agradeció en nombre de Raúl Castro, la invitación cursada para la investidura de Lourenço.
Según el enviado, el intenso trabajo del general, tras los daños provocados por el huracán Irma, le impedían hacer el viaje.
Hasta el momento, el gobernante no ha dado la cara a los damnificados en los escenarios de más devastación dejados por el meteoro y por el cual murieron al menos diez personas, fundamentalmente en La Habana.
No obstante, Raúl Castro tuvo tiempo para recibir el jueves pasado a su más cercano aliado, Nicolás Maduro, asistir a un acto para la entrega de un cargamento con asistencia procedente de Caracas y despedir al mandatario venezolano el domingo en el aeropuerto internacional José Martí.
El enviado del general estará hasta el jueves en Angola. Según el periódico oficial será uno de los dignatarios participantes en el cambio de mando presidencial del saliente jefe de Estado José Eduardo dos Santos para Lourenço, quien ganó el 23 de agosto con más del 61% de los votos válidos.
Díaz-Canel rendirá tributo al primer presidente de Angola, Antonio Agostinho Neto, al comandante cubano Raúl Díaz Argüelles (muerto por la explosión de una mina en 1975) y a los caídos de la batalla de Kifangondo, un día antes de la proclamación de la soberanía angoleña, el 11 de noviembre de 1975.
Hacia el conflicto angolano fueron movilizados unos 350.000 soldados cubanos. El Gobierno reconoce solamente 2.000 muertes durante estas gestas, una cifra muy cuestionada por los historiadores, que barajan entre 10.000 y 35.000.
Las tropas cubanas salieron de Angola a finales de los años 80, dejando un país presidido por Dos Santos, quien estuvo 38 años en el poder tras suceder a Agostinho Neto.
Dos Santos renunció a presentarse como candidato a la presidencia del país, pero mantiene el control sobre el Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA). Angola es hoy uno de los países más empobrecidos y corruptos de África.
La mitad de su población todavía vive con menos de dos euros al día y el país ocupa el puesto 150 de 188 en el Índice de Desarrollo Humano.
La familia Dos Santos ha acumulado una cuantiosa fortuna y su hija Isabel, presidenta de la petrolera estatal Sonangol, es considerada la mujer más rica de África y una suerte de "princesa" en el continente y "emperatriz en Portugal".