Así recuerdan a Jorge Más Canosa miembros del liderazgo de la FNCA y amigos de la infancia y la familia.
Tony Costa, miembro del liderazgo de la FNCA:
Jorge tenía la habilidad de agrupar, de convencer y de reclutar a una variedad de personas muy amplia, de diversos orígenes y estatus económicos. Tenía una capacidad de liderazgo y comunicación extraordinaria, como pocas personas que yo haya visto en el ámbito cubano, por su dedicación y entereza.
Lideraba con su ejemplo personal, ponía su tiempo, dinero y entusiasmo al sacrificio de todo por la patria. Tenía una gran capacidad para motivar a un exilio que necesitaba tanto de ese liderazgo. Estoy muy orgulloso de haber estado al lado de él por mucho tiempo en esa aventura.
Recuerdo estar en las sabanas de Angola, reunidos con Savimbi y su ejército en una ciudadela que se llama Yamba, de noche, en un campo, y cómo hicimos un acuerdo con Savimbi donde estábamos ayudando a liberar Angola con un lobby que hicimos en Washington y ellos se comprometieron con nosotros que, una vez que triunfaran, nos iban a ayudar con la liberación de Cuba.
Nosotros fuimos a esa sabana de Angola, volamos allá a reunirnos con ese hombre para hacer un acuerdo por la libertad de Cuba. ¡Hasta dónde se llegó para que Cuba fuera libre, democrática y feliz, y los cubanos tuvieran oportunidad para desarrollarse como el resto del mundo democrático!
Aquella noche fue increíble, en aquel momento había miles de cubanos en Angola peleando contra Savimbi con aviación. Yo decía: "en cualquier momento vienen los aviones de la Fuerza Aérea cubana y nos van a liquidar".
Raúl Medina, amigo de la infancia:
Sus visiones eran grandísimas. Tenía una visión muy clara de lo que él quería para Cuba y para el exilio cubano. Dentro de esto, la idea de hacer Radio Martí para comunicarse con el pueblo de Cuba. Al mismo tiempo, nos guio en el exilio sobre cómo manejar la política dentro de los Estados Unidos, para que pudiéramos tener influencia en las decisiones que tomaba el Gobierno americano sobre Cuba.
Él tuvo mucho que ver sobre esa influencia que tuvieron los cubanos, prueba de eso es la cantidad de representantes que hubo y que todavía existen en el Gobierno americano, en el Senado, en la Cámara de Representantes.
Desde que éramos muchachos estuve siempre al lado de él. En Santiago de Cuba, siempre fue un líder con una visión muy clara de lo que quería, admirado por sus amigos.
Era una persona muy religiosa, de una fe muy grande, de unos principios formidables que fue lo que lo llevó a hacer la FNCA y a obtener influencia en Estados Unidos y otros países del mundo. En muchos países, Jorge Mas Canosa era recibido como un jefe de Estado. Si hay alguien que trabajó para que no murieran más cubanos en África fue él.
Diego Lozano, español, amigo de Mas Canosa y su familia:
Era un fuera de serie. Primero la humildad, segundo la honestidad y tercero el corazón abierto a liberar a su patria y hacer una Cuba libre.
La Fundación ha sido un puntal importantísimo para luchar a favor de la democracia de Cuba, que ha apoyado a miles de cubanos que salieron de la Isla.
Soy marino mercante y pisé Cuba dos veces. Cuando fui regalé toda mi ropa, vi las necesidades que había. Yo no conocía ni a Cuba ni a los cubanos, pero me quedé muy impactado de la situación de Cuba, de la forma de vida, de la falta de libertad.
Mi padre tenía un negocio en Madrid, por la zona de Puente de Toledo, y había algunos cubanos que vivían por allí. Entonces yo, viendo las necesidades de los cubanos, cada vez que veía a uno en el bar de mi padre lo atendía muy bien; entendía lo que sentían, lo que expresaban (…) Un día me hice amigo de un par de parejas y decidieron irse a Miami. Al año siguiente fui a verlos y ahí conocí a Jorge Mas Canosa. Eso fue en el 74.
Desde ahí hasta la fecha en que murió nunca me llamó Diego, siempre me llamó hermano. Hubo una relación de verdad, auténtica. Él decía a todo el mundo que yo era el embajador de la Fundación en España. De hecho estuve con él en Ginebra, en Portugal, hablando con presidentes de gobiernos. A mí me demostró tantas cosas buenas, y luego, familiarmente, era superhumano con la familia. Un hombre extraordinariamente completo.
Desgraciadamente murió pronto. Por él me fui a Estados Unidos. Estuve en Miami desde el año 1994. Hoy me une una amistad impresionante con los hijos (…) Yo no soy cubano, soy andaluz y vivo en Madrid, pero después de los 20 años que me he tirado en Miami con los cubanos, he vivido con ellos, sé cómo son y cuáles son sus necesidades. Los tengo muy dentro de mí, y Mas Canosa me influenció mucho a ayudar a la comunidad cubana.
Laly Sampedro, miembro de la FNCA:
A mí me llamó mucho la atención que Jorge se ponía al nivel de cualquier persona para poder llegar no solo al entendimiento, sino al corazón de las personas con quien hablaba; se ganaba a toda clase de personas, no solo a los cubanos, se ganó a los políticos de este país.
Por su humanidad y su sentido de dedicación logró unir a un exilio que estaba bastante separado en muchos sentidos. Decía que su deseo era hacer de la Fundación Nacional Cubano Americana algo útil, eficiente y responsable; eso es lo que me ha hecho seguir trabajando en pos de la libertad de Cuba.
Su funeral fue el más grande que ha habido en Miami, que yo tenga entendido hasta ahora. Fue impresionante ver a todo tipo de personas que se acercaron a rendirle el último tributo. La iglesia de San Marcos estaba repleta. Yo vi las líneas de personas por los lados de la iglesia, por la calle, a toda hora. Fue un reconocimiento que tuvo Jorge, pero su legado continúa a través de su familia, a través de la Fundación Nacional Cubano Americana. Su legado en los últimos 20 años ha crecido de una manera extraordinaria porque dentro de Cuba existe una sociedad civil a la cual Jorge siempre se dedicó.
Todo lo que Cuba necesitaba, Jorge Mas Canosa lo hizo hasta donde pudo, económicamente, políticamente, humanamente sobre todo, atendiendo a todo aquel que se le acercaba en cualquier situación. Era un hombre muy completo. Por algo todavía lo respetamos y admiramos, y sabemos que su legado va a seguir.
Hernán Organvídez, amigo de la familia:
Yo tenía una relación muy buena con él, única. Yo no tuve padre, y él siempre me estimó como un hijo. Yo siempre estaba para arriba y para abajo con él. Era una persona que podía hablar con un obrero y darle valor a ese obrero, igual que si hablara con un presidente. Él era único en eso. No he visto a nadie llegar a tantas personas como llegó Jorge.
Él fue el padre de los exiliados en Estados Unidos, la voz de todos, un hombre sumamente hábil para entrar en todas las esferas. Él le dio cara al exilio cubano en el mundo. Viajó y puso a los cubanos en primera plana.
Fue un hombre familiar y nos dio siempre ese ejemplo. Ejemplar como padre, ejemplar como marido, como amigo. Fue increíblemente leal a la causa cubana y también a la familia.
Jorge Mas Canosa fue un Hombre, con H mayúscula. De verdad, con un coraje y una habilidad de ganarse a la gente, hasta a la gente que no se llevaba bien con él.
Era extremadamente leal a sus empleados y sus amigos. Recuerdo una oportunidad que un empleado de él murió, me mandó a pagar el funeral y nunca dijo que fue él quien asumió el pago. Esa era la calidad del hombre que era.