Así recuerdan a Jorge Mas Canosa su hermano Ramón, José 'Pepe' Hernández, presidente de la Fundación Nacional Cubano-Americana, y Remberto Pérez, director de la FNCA, 20 años después de su muerte.
José 'Pepe' Hernández, presidente de la Fundación Nacional Cubano-Americana:
Si miramos la obra de Jorge Mas Canosa en su totalidad, fue el patriota que con mayor énfasis y con mayor arraigo e intensidad fue capaz de levantar el ánimo, la voluntad y la conciencia del pueblo cubano para continuar la lucha por su propia libertad. Esta fue, sin duda alguna, su contribución más importante.
Los hombres y mujeres que estuvimos junto a él aprendimos que la lucha de la FNCA no se detiene en el tiempo, ni en las coyunturas históricas que pueden presentarse. Como él decía muy claramente, la Fundación se creó no solo para el presente en la lucha de los cubanos a favor de la democracia, los derechos humanos y la libertad, sino para poder mantenerse, a través del tiempo, como un faro de luz que oriente al pueblo en su búsqueda de una democracia estable en la que todos, independientemente de su ideología, puedan ser parte de la reconstrucción no solo material, sino también espiritual de la nación…
—Los cubanos no podíamos depender de las decisiones e intereses de otros gobiernos
La diferencia fundamental de Jorge Mas Canosa con otros políticos es que él tenía una visión muy clara de lo que era necesario hacer para adelantar en la lucha y poder crear las condiciones (para que) el pueblo cubano lograra ser independiente en sus decisiones.
Figuras relevantes durante la República que habían venido al exilio habían necesitado tal vez depender demasiado de los intereses y las decisiones sobre todo del Gobierno de Estados Unidos (…) con respecto a Cuba (…) Prácticamente todas las decisiones que se tomaban sobre la lucha contra el régimen castrista dependían de la voluntad de las agencias del Gobierno norteamericano. Esta experiencia para Jorge Mas Canosa fue fundamental. Desde muy temprano llegó a la conclusión de que los cubanos no podíamos depender de los intereses y las decisiones de otras personas o de otros gobiernos.
Tenía una frase cubana para eso: "Escachao no se puede ser patriota". Quería decir que, para ser patriota, hay que ser independiente de la voluntad y las decisiones de otras personas.
Todos los iniciadores de la Fundación éramos personas jóvenes que, sin olvidar la lucha, habíamos hecho una vida profesional para ser económicamente independientes, para no depender de donaciones de otros cubanos, de otros gobiernos. Ese fue uno de los elementos fundamentales en su pensamiento político.
Él llegó a la conclusión de que el poder político dentro del sistema de los Estados Unidos se podía alcanzar solamente a través de dos cosas: el voto y el dinero (las donaciones). El voto (radicaba) en la capacidad de una comunidad como éramos los cubanos del exilio en los años 70, que teníamos que votar en conjunto, en masa, para que nuestras decisiones influyeran en los políticos locales y federales.
—Una estrategia para influir en la política estadounidense hacia Cuba
Otro elemento fundamental que lo diferenciaba de otros políticos es que el sistema norteamericano requiere que no haya partidismo, hay que contar y tener amigos en ambos partidos.
Decía que los cubanos "no podíamos ser los negros del Partido Republicano". En Estados Unidos los ciudadanos de raza negra votan siempre 97, 98 o 95% por el candidato demócrata. Por lo tanto, los candidatos republicanos no hacen nada por ellos. Jorge decía que nosotros no nos podíamos convertir en lo mismo dentro del Partido Republicano. Esta era otra de las genialidades que tenía Jorge Mas Canosa (la visión) que tenía de las sinuosidades del sistema político norteamericano.
Íbamos a Washington a conversar con elementos de los dos partidos y veníamos a Miami a inculcar esta idea dentro de los cubanos: que primero teníamos que hacernos ciudadanos y salir a votar; segundo, participar en la política local; tercero, contribuir a los políticos locales y nacionales. Esta fue la enseñanza que Jorge Mas Canosa y la FNCA le dieron al pueblo cubano. De manera que en este momento nosotros, los cubanoamericanos, como comunidad, tenemos una representación en el Congreso de Estados Unidos muchísimo mayor que lo que representan nuestros números en términos demográficos.
—Una organización para el presente y el futuro
Él, cuando se concentraba en algo, en un objetivo fundamental, lo perseguía continuamente. Te llamaba diez veces a cualquier hora. Además de eso, tenía una capacidad de persuasión extraordinaria. Todas estas cosas le dieron influencia y él hizo partícipe a toda la comunidad cubanoamericana de esa influencia. Esto perdura aún 20 años después de su muerte. Es un legado que los hombres y mujeres de la FNCA hemos continuado.
La Fundación no es solo para lograr la libertad, sino que es una organización (…) para el presente y para el futuro.
El pueblo cubano a través de su historia había tenido grandes hombres, pero había carecido de grandes instituciones. Lo que nos había sucedido en la historia (era que) al desparecer los hombres desaparecía su legado. Era importante crear instituciones que perduraran y que pudieran transferir a las nuevas generaciones los principios de los hombres que las crearon. Es en esto en lo que persistimos en la FNCA. Seguimos tratando de transferir estos valores a nuevas generaciones.
Ramón Mas Canosa, hermano de Jorge Más Canosa:
Siempre me sacaba de todos los problemas. Era mi hermano mayor. Cuando llegamos a Miami, después de salir de Cuba dramáticamente, Jorge asumió el rol no solamente de hermano, sino de jefe de familia. Asumió la responsabilidad de ocuparse de su mamá y de mí.
—Quería a Cuba con una pasión increíble
Jorge era excepcional en todos los aspectos. Era un gran hermano. Era una persona de fe. Era un individuo que quería a Cuba con una pasión increíble.
Jorge fue el presidente de la Federación Estudiantil Universitaria en la Universidad de Oriente, en Santiago de Cuba. Fue siempre un líder, esto lo llevó a una serie de choques con las autoridades, con las dictaduras de Fulgencio Batista y de Fidel Castro (…) Se tuvo que ir de Cuba (durante la dictadura de Batista). Papá lo envió a Carolina del Norte, allí estudió por un tiempo, pero siempre pensando en volver y hacer de Cuba una democracia.
Es algo difícil de describir. Hay hombres que tienen ese fervor, ese calor, ese patriotismo, que es muy difícil de expresar si de verdad no lo sientes.
Regresó a Cuba y volvió a tener problemas con el régimen. Ya Fidel Castro estaba en el poder. Él tampoco era partidario de los mensajes comunistoides que se estaban dando. Esto causó una serie de disgustos. Mi hermana Nancy, la mayor, me mencionó que en una ocasión venían a matarlo o a arrestarlo. Ella tuvo que meterlo en su carro y sacarlo de la ciudad.
Vino aquí, a los Estados Unidos, una tierra nueva, de libertad, siempre con la ansiedad de volver a su patria y de verla libre. Creó aquí, en Miami, la Representación del Exilio Cubano (RECE) con un gran amigo de la familia, José Pepín Bosch, que en aquel entonces era el gerente general de la Bacardí. Y empezaron a hablar de cómo liberar a Cuba del comunismo.
—El enemigo número uno de los Castro
Jorge creó la FNCA, hasta este momento la organización más importante. Se convirtió en el enemigo número uno de los Castro. Hizo esa pelea en Washington y en cualquier lugar del mundo donde Castro estuviera.
Desgraciadamente, después de muchos años de lucha Jorge contrajo una enfermedad y falleció en 1997. Era un hombre joven, lleno de vida. Tengo entendido que las palabras de Fidel Castro a su gabinete fueron que "se acabó la oposición". Definitivamente, Jorge era el principal enemigo de la dictadura de los Castro en el mundo entero. Hizo cabildeo no solo en Washington, sino en todas las ciudades importantes del mundo. Condenaron a Castro en Suiza año tras año por ser violador de los derechos humanos.
El pueblo en sí lo recuerda con mucho cariño. Yo le he dado la vuelta al mundo como ejecutivo de varias compañías y donde quiera que he llegado con mis apellidos Mas Canosa todo el mundo me hace la misma pregunta: "¿Tú eres algo de…?", "Sí, era mi hermano mayor".
Era un hombre recto. Adoraba a su esposa, Irma, y a sus tres hijos. Hizo una labor por todos ellos increíble. Los hermanos tratamos de mantener su legado vivo.
Jorge siempre fue fuerte de carácter. Papá me decía "recuerda que tu hermano mayor quiere que se haga la luz y se hace la luz". Era un líder.
A la causa de Cuba él no solo le dedicaba todo el tiempo que fuera necesario, sino todo el dinero que tuviera a su alcance. Él quería ser abogado. Nunca terminó sus estudios, porque en Cuba era muy difícil. La dictadura de Fulgencio Batista era brutal. Muchachos que se oponían a Batista fueron ejecutados. Mi padre siempre estaba preocupado por él, por eso fue que lo sacó del país. Él volvió, pero con los Castro fue aún peor.
Un día mi papá me fue a buscar a la playa Siboney en el jeep. Me dijo: "me llamaron del colegio de Dolores que quieren verte inmediatamente" (…) Fui hasta el colegio y me llama el sacerdote Orlando Saá. Subí las escaleras y cuando llego y abro la puerta me dice: "Mira tu hermano lo que ha hecho". Tenía el cuarto lleno de cajas de panfletos y materiales contra los hermanos Castro: "No compre gasolina rusa", "Esto hay que boicotearlo", decían.
Acabamos en la azotea del colegio con unos cubos donde poníamos los panfletos y les dábamos candela.
—Algún día las cosas que él hizo se recordarán en los libros de Historia de Cuba
El día que lo enterraron en Miami, casi 150.000 personas asistieron al sepelio. El pueblo realmente estaba en duelo por haber perdido su guía, quien los representaba, el que debatió con Ricardo Alarcón en la televisión y lo puso como un piano. Jorge tenía un don para hablar muy particular.
Algún día en Cuba todo esto se dará a conocer. Hoy por hoy tienen la maquinaria de los Castro que básicamente escribe todo en contra de Jorge y todos los héroes que han peleado contra el comunismo. Algún día, yo espero estar vivo todavía, quizás veamos a la juventud de Cuba que se da cuenta de que existían otros buenos cubanos que se fueron de la Isla, entre ellos Jorge Mas Canosa. Básicamente las cosas que él hizo se recordarán en los libros de Historia de Cuba. Yo creo que mi hermano, sin lugar a dudas, es un cubano a la luz de un José Martí, de un Antonio Maceo, alguien que realmente quiso a su patria.
Recordar a Jorge es recordar algo bueno, recordar la historia de nuestra patria, la patria de los mambises que pelearon. Cuba fue república desde 1902 gracias a esos primeros mambises. Y Jorge fue un mambí de los años 60, 70, 80 y 90, hasta que falleció.
Remberto Pérez, director de la FNCA:
Era un hombre muy afable, muy cariñoso y, al mismo tiempo, muy profundo. Jorge Mas Canosa cambió el curso del exilio cubano y de cómo se lucharía por Cuba.
Antes de que existiera la Fundación, si algún periodista en Washington quería información sobre Cuba, la única que tenía era la del Gobierno cubano. Jorge vio la necesidad extraordinaria de tener nosotros, los cubanos opositores, nuestra versión de lo que pasa, y vio la importancia que tiene estar dentro de la política para influenciar la política de los EEUU. Antes de la FNCA, lo que se daban eran muchas fiestas y fotografías con algunos políticos, en realidad nada en concreto que pudiera promover la democracia en Cuba.
—Crear instituciones para el futuro de Cuba
Él decía que era muy importante crear instituciones de Cuba y para el futuro de Cuba. Siempre pensó que la Fundación era también para después. Decía que Cuba había tenido muchos buenos hombres, pero en realidad no tantas instituciones.
Su visión era crear una institución que fuera para luchar por la libertad, pero también para ser partícipes y preservar eso en el futuro. Creo que lo logró. La Fundación, después de tantos años de su muerte, tiene muchas personas que estamos dedicadas y que mantenemos ese pensamiento que nos inculcó.
En mi caso específico, yo empecé muy joven con él, y la política entonces no era vista como una cosa honrada. "Es por eso que tenemos lo que tenemos, porque la gente honrada no participa", me explicaba. Nos creó esa mentalidad de participar en los asuntos que beneficiaban a nuestra gente.
Él nos enseñó que es posible tener líder. Nosotros, por el dolor de los Castro, por el crimen de los Castro, rechazábamos mucho a los líderes. Es necesario tener un buen líder, siempre y cuando se creen las instituciones y se tomen las medidas para que se haga lo mejor para el pueblo.