Canadá no asume automáticamente que el Gobierno de Cuba estuvo detrás de un supuesto "ataque acústico" contra el personal estadounidense y canadiense en La Habana y no tiene planes de expulsar a diplomáticos cubanos, dijo este viernes un funcionario canadiense a Reuters.
El Departamento de Estado de EEUU informó a principios de agosto que su misión en la embajada de La Habana había experimentado síntomas físicos causados por "incidentes" no especificados que comenzaron a finales de 2016. En estos "incidentes" resultaron afectados al menos 16 estadounidenses y cinco canadienses.
"Desde la perspectiva canadiense no asumiremos automáticamente que esto era necesariamente intencional", sostuvo un funcionario en Ottawa, quien agregó que los cubanos están siendo "increíblemente cooperativos" con la investigación que están realizando las autoridades de estos países para determinar cómo ocurrió el supuesto "ataque acústico" y quién está detrás de él.
Reuters afirma que en algunos casos las víctimas no oyeron nada y en otros percibieron un sonido ensordecedor, pero todos sufrieron síntomas desde náuseas y mareos hasta la pérdida temporal de la audición y de la memoria.
El funcionario canadiense, que declinó ser identificado dada la sensibilidad de la situación, añadió que "Canadá no tiene en este momento la intención de tomar medidas diplomáticas".
Mark Entwistle, embajador canadiense en La Habana de 1993 a 1997, en entrevista telefónica sostuvo que era "insostenible" pensar que Cuba habría atacado deliberadamente a los diplomáticos estadounidenses.
"No es ni siquiera imaginable para mí en la forma en que sé que los cubanos ven el mundo", afirmó.
Las teorías sobre el supuesto "ataque acústico", recuerda Reuters, abundan y van desde una sofisticada arma acústica en manos de los cubanos o de Rusia, Irán o Corea del Norte, hasta un simple artefacto operado vía internet.
Reuters señala que un ex funcionario de EEUU explicó que cabía la posibilidad de que los cubanos estaban experimentando con una nueva tecnología y que de alguna manera salió mal, pero también descartó la idea de que intencionalmente trataran de dañar a los estadounidenses.
Washington este jueves informó que al menos 16 estadounidenses fueron afectados por este incidente y evitó comentar la condición médica de estos estadounidenses, pese a que la cadena CBS adelantó esta semana que varios diplomáticos estadounidenses y canadienses en Cuba pudieron sufrir daños cerebrales.
Aunque Estados Unidos no culpa por ahora al Gobierno cubano de causar el incidente, sí decidió expulsar en mayo a dos diplomáticos de la Embajada de Cuba en Washington, porque considera que La Habana no cumplió adecuadamente su obligación de proteger al personal estadounidense en la Isla.
Sobre estos incidentes, poco se sabe hasta ahora: un número de afectados (que comenzó siendo menos de una decena pero que ya ha llegado hasta la veintena: 16 estadounidenses y cinco canadienses), presuntas afectaciones médicas como daño cerebral y pérdida de la audición, así como la descripción de lo que oyeron los afectados: un ruido "alto y ensordecedor, similar al zumbido creado por los insectos o a un metal arañando un suelo.
El diario estadounidense The Washington Post (TWP) en su editorial de este jueves pidió a la Administración Trump que "no minimice ni reste importancia" al ataque que sufrieron en La Habana sus diplomáticos.
El periódico de EEUU calificó este ataque como "otro costo siniestro" después de "la muy esperada restauración de las relaciones con Cuba por parte del presidente Barack Obama".