Un funcionario del Gobierno de EEUU que emitió declaraciones a CNN afirmó que el "incidente" con los diplomáticos estadounidenses en La Habana fue un "ataque" y no un intento de escuchar las conversaciones que salió mal, y confirmó que Washington está investigando si un tercer país estuvo involucrado.
El funcionario dijo a la televisora que el dispositivo usado en varios "ataques acústicos" contra empleados del Departamento de Estado de la embajada de EEUU en La Habana era "sofisticado" y que operaba fuera del rango de los sonidos audibles.
La fuente añadió que el dispositivo pudo ser activado afuera o dentro de las residencias y consideró que este no era un caso de espionaje, sino que todo apuntaba a "un ataque".
EEUU está investigando si hay un tercer país involucrado como "venganza" por las acciones que ha tomado contra otros países y que "causan polémica entre EEUU y Cuba", según la fuente del Gobierno, que habló en la misma línea de las declaraciones recogidas por la AP.
Autoridades familiarizadas con la investigación dijeron a la agencia norteamericana que los especialistas "estaban estudiando si los incidentes fueron llevados a cabo por un tercer país, como Rusia, posiblemente operando sin el conocimiento de la cadena de comando formal de Cuba".
En opinión del funcionario entrevistado por CNN, elementos del Gobierno de Cuba tuvieron que haber "facilitado" el ataque a cierto nivel, porque las fuerzas de seguridad del régimen tienen un fuerte control sobre todo lo que sucede en el país.
La fuente también dijo que es posible que las personas detrás del ataque "no fueran conscientes de la magnitud del daño que causaron". Un diplomático estadounidense ahora deberá usar un auricular para ayudarlo a oír, agregó.
El Gobierno cubano está cooperando con el de EEUU y permitirá que agentes del FBI lleguen a la Isla para ayudar en la investigación del "ataque acústico", según dijo a CNN el funcionario que se mantuvo en el anonimato.
El miércoles La Habana negó "categóricamente" cualquier acción contra los diplomáticos de EEUU y condenó la expulsión de sus representantes en Washington.
En una declaración oficial afirmó que había iniciado "una investigación exhaustiva, prioritaria y urgente". También dijo que "transmitió a la Embajada estadounidense la necesidad de compartir información y propuso establecer cooperación entre las autoridades competentes de ambos países".
En otras declaraciones a la AP, funcionarios que también hablaron bajo condición de anonimato no tenían claro si un "dispositivo sónico encubierto" había sido usado como arma en un ataque deliberado, o tenía algún otro propósito.
Asimismo señalaron que el número de personas afectadas por el dispositivo habían sido cinco, incluidos los cónyuges de algunos, y que no había niños involucrados.