Las autoridades de Costa Rica detuvieron este sábado a siete cubanos en San José después de que entraran ilegalmente en su territorio, informa el diario Panamá América.
El grupo había salido a mediados de esta semana desde el albergue en Chiriquí, Panamá, donde había estado desde enero a la espera de una solución legal a su situación migratoria.
"Fuimos notificados de que siete cubanos que salieron del albergue bajo su propia responsabilidad y que cruzaron a territorio de Costa Rica fueron detenidos por funcionarios de migración en la capital de este país", confirmó Siegdel Candanedo, representante de Cáritas en Chiriquí.
Candanedo agregó que tres de estos siete cubanos, ya habían sido detenidos en otra ocasión por las autoridades costarricenses y devueltos a Panamá.
Según el funcionario de Cáritas, se desconoce cuál será el destino de estos tres cubanos: que podrían ser deportados a la Isla o ser remitidos junto a los otros cuatro a Panamá.
Asimismo, explicó que, en cualquiera de los dos casos, "los siete serán puestos a órdenes del Servicio Nacional de Migración, quien había advertido que el cubano que fuera detenido o remitido de Costa Rica será deportado a la Isla".
Hasta el momento se estima que unos 15 cubanos han salido por sus propios medios del albergue de Chiquirí para continuar su viaje por Centroamérica con el objetivo de cruzar la frontera de México y llegar a EEUU.
Centenares de cubanos se quedaron varados en territorio panameño en enero, tras el fin de la política "pies secos/ pies mojados" que permitía la entrada a EEUU.
En lo que va de año, algunos de estos migrantes o han continuado camino a EEUU (a pesar de la negativa) o han sido deportados por el Gobierno o han regresado a la Isla por su propia voluntad. El último grupo de cubanos, alrededor de un centenar, es el que permanece en Chiquirí.
Estos migrantes estuvieron esperando por la posibilidad de emigrar o conseguir una residencia en un tercer país, pero las autoridades panameñas señalaron que esto era imposible porque ningún otro país les dio garantía de acogerlos.
Panamá, además, negó la opción de legalizar a los cubanos, según explicó, "porque la entrada de los migrantes de forma indocumentada imposibilita cualquier tipo de trámites para su regularización".
A principios de julio, el Gobierno hizo su última oferta a los migrantes que incluye regresar con 1.650 dólares y la posibilidad de solicitar un visado en la embajada panameña en La Habana. En aquel entonces, algunos se mostraron resignados y otros desesperados.
Sobre la decisión que tienen que tomar los cubanos, dijo el representante de Cáritas que "aún no han decidido si aceptarán o no".
Los migrantes tienen oportunidad hasta el 31 de julio para responder a las autoridades. De no aceptar la oferta, tendrán 48 horas para abandonar por su cuenta el territorio panameño.
En lo que va de año, Panamá ha deportado a casi un centenar de cubanos a la Isla.