El Congreso de los Diputados de España aprobó este martes una proposición no de ley que pide al Gobierno de Mariano Rajoy impulsar "acciones que contribuyan a fomentar la capacitación de la mano de obra en Cuba en aras de una mayor productividad" y como parte de la Cooperación Internacional para el Desarrollo.
Los diputados esperan que esto permita ayudar "a un mejor funcionamiento del mercado de trabajo y al desarrollo económico de la Isla". De esta forma, dicen, se contribuiría al cumplimiento de lo dispuesto en el artículo 38 del Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación suscrito entre la Unión Europea y La Habana.
La propuesta salió adelante con los votos del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y el Partido Popular (PP). Se abstuvieron Podemos y Ciudadanos.
El diputado Teófilo de Luis explicó a DIARIO DE CUBA que "Podemos quería la relación literal de los contenidos del artículo 38 del acuerdo firmado entre la UE y Cuba y Ciudadanos echó en falta una referencia específica a los derechos humanos y libertades".
El legislador de origen cubano defendió que sí hizo "referencia a ello en su intervención".
Al texto presentado inicialmente "incorporamos una referencia a sindicatos y patronal, que pueden colaborar en el desarrollo de esa acción de formación de la mano de obra de Cuba. Entendemos que así se facilita lo que recoge el artículo 38 del Acuerdo firmado entre la UE y (el Gobierno de) Cuba sobre el derecho de los trabajadores".
Según De Luis, el objetivo fundamental de la iniciativa parlamentaria es "posicionar al Congreso ante el desarrollo del acuerdo, de tal forma que la UE le diga al Gobierno de Cuba que el mercado de trabajo de la Isla tiene que ser más transparente, sin intervención del Estado".
Para el diputado, La Habana "tiene que preparar su mano de obra para tener una buena cualificación profesional, que le permita salir de la situación en la que se encuentra".
También permitir que "los trabajadores puedan ejercer sus derechos plenamente desde la asociación sindical como reconoce la propia Constitución cubana, hasta reclamar a sus empleadores el conjunto de derechos que se les reconoce en cualquier parte del mundo democrático".
Con esta iniciativa, el Grupo Parlamentario Popular ante el Congreso español defiende el derecho a la formación de los trabajadores cubanos "como mano de obra que añade valor a un producto". Pero también "como trabajadores que tienen derechos para ser contratados en condiciones ventajosas para ellos, a unirse para defender esos derechos, a acabar con la intermediación (del Gobierno) en la contratación de empresas extranjeras".
De Luis señaló que su Grupo también persigue "garantizar la sindicación de los trabajadores de Cuba como ellos quieran, no en un único sindicato".
"Lo que nosotros no queremos es que si hay un apoyo económico de la Unión Europea a Cuba, ese apoyo económico redunde solamente en determinadas personas del régimen, ni de la nomenclatura. Queremos que esa reactivación de la economía cubana llegue en primer lugar a la mano de obra de Cuba", dijo.
Abogó por "un mercado de trabajo abierto, transparente y que ofrezca muchas más posibilidades para el cubano".
"Esto está en línea con una moción que está pendiente de votación en el Consejo de Europa, coherente con la posición de mi Grupo Parlamentario desde hace ya mucho tiempo", señaló.
"Nosotros, en coherencia con lo que ya hemos venido fijando tanto en las instituciones europeas como en la propia Cámara, consideramos que la modificación del mercado de trabajo de Cuba y el reconocimiento de los derechos internacionales a los trabajadores es un requisito que encaja en la Constitución cubana y es fundamental que se produzca para la reactivación de la economía cubana", insistió.
Consideró que el Gobierno cubano "no puede pretender que las 26 democracias europeas contribuyan y le ayuden a abrirse al mundo, y ellos no se muevan de su posición".
"Una negocinación es eso, yo te doy y tú me das, pero qué es lo que ha dado (La Habana). Hasta el momento, cero. Lo primero que tiene que hacer es activar el espacio de libertades para sus trabajadores. Permítales mejorar su situación y sus prestaciones sociales sin mediación", reiteró.
"Si eso se pone en marcha estableceremos una dinámica interna que al final obliga a una transición de una dictadura a una democracia", concluyó.