Unas 40 bailarinas cubanas fueron retenidas en Ankara, Turquía, donde fueron obligadas a prostituirse durante dos meses, según informa el diario Haberturk.
Las muchachas habían recibido una invitación de un representante de una productora y viajaron a la capital turca donde supuestamente participarían de un proyecto danzario.
La supuesta directora de la compañía, identificada por el medio turco como Dragana J., ayudó a las cubanas a llegar a Ankara y allí se alojó con ellas en un hotel.
Fue Dragana J. quien notificó a las jóvenes que debían prestar servicios sexuales a los visitantes de clubes nocturnos.
A pesar de las protestas de las mujeres y de sus negativas, tuvieron que durante dos meses prostituirse.
Dragana J. las tenía bajo vigilancia y las transportaba del hotel a los clubes donde debían prestar los servicios sexuales y otra vez de vuelta al hotel.
La supuesta directora les quitó a las cubanas sus pasaportes y les prohibió que salieran del hotel.
Una de las bailarinas logró escapar del hotel, al cabo de los dos meses, y llegó a la embajada cubana en Ankara y denunció la situación. Los funcionarios consulares notificaron a las autoridades locales la situación.
La policía turca intervino el hotel y liberó a las bailarinas.
De acuerdo con el medio turco, las cubanas regresaron a la Isla mientras Dragana J. fue puesta en manos de la Justicia.