El 6 de junio de 2011 un tribunal de La Habana condenó al empresario chileno Marcel Marambio a 15 años de cárcel por corrupción. En la primera semana de mayo de 2011 su hermano Max Marambio había sido condenado a 20 años de prisión por estafa, cohecho continuado y falsificación de documentos privados.
En dichos juicios también fueron sancionados a penas de entre tres y 15 años de prisión, 15 directivos y funcionarios de la aerolínea estatal Cubana de Aviación y de la empresa mixta de turismo Sol y Son. Los Viajes S. A.
El tribunal basó sus condenas en que los acusados actuaron de manera fraudulenta y aceptaron sobornos en efectivo y prebendas de lucro personal.
Al ser sentenciado en ausencia, Max Marambio, ya estaba alejado de sus responsabilidades como teniente coronel de Tropas Especiales del Ministerio del Interior (MININT). Los hermanos Marambio no comparecieron en los juicios porque huyeron hacia Santiago de Chile, donde residen actualmente.
El MININT instruyó sendas órdenes de búsqueda y captura internacional contra ambos. Transcurridos dos años de estar prófugo de la justicia cubana, Max Marambio, ante la incautación forzosa de parte de sus bienes, presentó una demanda en la corte de arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional, con sede en París.
El 17 de julio de 2013, dicha cámara, por una votación de dos contra uno, decidió a favor de la firma panameña INGELCO, perteneciente la firma International Networt Group S.A. (ING), liderada por Max Marambio, contra la Corporación Alimentaria S.A (CORALSA), propiedad del Estado cubano.
El laudo acordado por la Cámara de Comercio Internacional (CCI) dispuso que CORALSA tenía que pagar a INGELCO 17.523.095 millones de dólares por daños ocasionados al actuar de mala fe en el proceso de incautación de la Empresa de Alimentos Río Zaza S.A. y una compensación de 500.000 dólares por costos de arbitraje.
La clave del fallo de CCI radicó en que el convenio de asociación entre las partes exigía que en el caso de disolución de la firma Rio Zaza S. A., no podía frustrarse por decisión del Estado cubano, como dueño de CORALSA, e iniciar arbitrario proceso penal contra Marambio. El objetivo no fue otro que impedir que dicha liquidación se realizara. Por eso, La Habana procedió a confiscar de manera arbitraria la mitad del patrimonio propiedad de Marambio.
La entidad estatal cubana CORALSA, ajustada al guión que le entregaron, se limitó a dar excusas ante la arbitraria decisión del Gobierno de incautar Alimentos Río Zaza (ARZ). Nunca se ha informado al pueblo la decisión de la Fiscalía de confiscar el patrimonio de ARZ.
INGELCO fue colocado en una situación desventajosa para que no se realizara la liquidación del negocio conjunto, que la propia Corte de Arbitraje había dispuesto en laudo del 19 de julio de 2012.
Como no era la voluntad del Gobierno cubano, CORALSA se prestó para que no se materializara la liquidación de la empresa mixta ARZ, tal como está establecido en las leyes, lo que pudo haber evitado la arbitraria confiscación de todos sus bienes, recogidas en la sentencia 229 de 2 de mayo de 2013 dictada por la Sala Primera de lo Penal del Tribunal Provincial Popular de La Habana, que legalizó la expropiación de bienes que no pertenecían al Estado.
La Corte Internacional de Arbitraje, con sede en Paris, votó a favor del reclamo de la suma que INGELCO reclamó a CORALSA porque esta habría incurrido en abuso de derecho al violar el convenio de asociado y presentar la liquidación ante los tribunales cubanos como enriquecimiento ilícito, y de esa manera procedió a apropiarse de todos los bienes de ARZ y quedarse con el 50% del patrimonio que legalmente le pertenecía a INGELCO.
Sin embargo, la Corte de Apelación de París exoneró a mediados del 2015 del pago a CORALSA por la expropiación forzosa de los bienes de los hermanos Marambio. El robo del Gobierno cubano a sus antiguos socios quedaba definitivamente consumado y legitimado.
¿Quién es el poderoso Max Marambio?
Joel Max Marambio Rodríguez, conocido por sus más estrechos amigos como "El Guatón", durante varias décadas desarrolló en Cuba una exitosa carrera empresarial, resultado de los estrechos lazos que logró establecer con importantes personeros del Gobierno cubano.
El chileno llegó a Cuba por primera vez en 1966 para estudiar Ciencias Políticas en la Universidad de La Habana. Luego de graduarse, regresó a Chile y formó parte de la escolta del presidente Salvador Allende. Tras el golpe de Estado del general Augusto Pinochet, regresó a La Habana en 1973 en calidad de exiliado.
Liberado de sus responsabilidades militares como teniente coronel de Tropas Especiales del MININT, se le encomendó la tarea de abrir Cuba al turismo internacional.
A Marambio se le responsabilizó para negociar con hoteleras internacionales, con miras a darle un vuelco al deplorable estado en que se encontraban la red de hoteles de Cuba, que, por la falta de recursos para su mantenimiento y remodelación, no estaban apta para el turismo internacional. Para ello, se ocupó de importar insumos hoteleros, lo que permitió la remodelación, ampliación y construcción de muchos hoteles.
Además, se le encomendó abrir las tiendas en divisas para turistas. Posteriormente continuó con la fundación de la Corporación Cimex, cuya misión fue crear la red de Tiendas Recaudadoras de Divisas (TRD).
Para garantizar que no hubiera percances ni filtraciones en sus negocios, por lo general encubiertos, Marambio se rodeó de personas de su entera confianza, entre ellas su hermano Marcel, que fue su socio y brazo derecho. Marcel se responsabilizó, desde los inicios de su negocio en Cuba, con el turismo.
Para que sus actividades comerciales se desarrollaran sin problemas, Marambio se granjeó la amistad, la confianza y el apoyo de personeros ubicado en las altas esfera del Gobierno cubano, cuyas opiniones para él resultaban importantes.
Ese fue el caso de los coroneles del MININT Antonio de la Guardia y Amado Padrón, con los cuales mantenía estrecha amistad. Ambos fueron fusilados en la Causa 1 de junio de 1989 junto con el general Arnaldo Ochoa. Para asombro de unos y sospechas de otros, Marambio que mantenía estrechas relaciones de trabajo con los ejecutados, no fue encarcelado, ni juzgado, simplemente fue liberado de las responsabilidades que ocupaba hasta aquel momento.
Para que no hubiera el menor desliz en sus operaciones comerciales Marambio tuvo la precaución de contar con colaboradores de su total confianza que respondían de los negocios que este realizaba en diferentes países. El chileno Tato Coll era su hombre en Panamá. En Madrid eran los padres de Valentina Venegas, su esposa, que falleció en un accidente automovilístico. En París y posteriormente en Miami, era Miriam Contreras, la Payita, que fungió como secretaria del presidente Allende.
Durante su estancia en Miami, adonde arribó a mediados de 1978 con pasaporte falso con el nombre de Carlos Alfonso González, Marambio fundó la filial de Havanatur, cuya oficina central radicaba en Panamá, que se ocupó bajo su dirección de organizar los primeros vuelos fletados de cubanos radicados en EEUU a la Isla, en enero de 1979.
El dueto de Max y Marcel Marambio tenía la franquicia del suministro de todo tipo de material gráfico y publicitario para la línea aérea Cubana de Aviación. Además se viabilizaban en el exterior reparaciones menores a los aviones de dicha línea aérea.
Tenían además el lucrativo negocio de proveer uniforme y alojamiento al personal de la línea aérea en los países que esta operaba. Y de comprar inmuebles en los países a los que volaba Cubana de Aviación, que eran arrendados al personal de a bordo.
A través de Sol y Son, ambos hermanos lograron jugosos contratos con Cubana de Aviación, lo que les permitió financiar inversiones de inmobiliarias en diferentes países, especialmente en España, adonde Max Marambio se fue a vivir en la segunda mitad de los 80.
En 1985, Marambio, fuertemente vinculado con personeros importantes del régimen cubano y con el respaldo directo de Fidel Castro, fundó ING, un conglomerado de empresas dedicadas al turismo, la actividad inmobiliaria y la agroindustria.
Tal fue la confianza depositada en Marambio por el alto mando del MININT, que se le encomendó la puesta en marcha de los negocios con empresas mixtas con participación de capital cubano registradas en Panamá.
Una de esas empresas mixta fundadas en Panamá fue la corporación CIMEX, de la cual Marambio fue su fundador y primer presidente. El Gobierno cubano utilizó dicha corporación para sus operaciones encubiertas en el exterior.
Como parte de sus turbias operaciones, previamente autorizadas por el alto mando del MININT, Marambio fundó en Panamá la empresa fantasma INGELCO S.A. Una de las primeras acciones de esta empresa fue la creación de una asociación económica internacional con la empresa cubana Héroes de Playa Girón, cuyas producciones de jugo y concentrados de toronja y naranja, llevaban la marca Tropical Island.
En 1993, Marambio ordenó la construcción en una parte del Combinado Lácteo de Sancti Spíritus, de una planta productora de leche, compotas y pasta de tomate, con el empleo por primera vez en Cuba de los envases de cartón al vacío tetrapack, lo que le significó un ahorro de siete millones de dólares al prescindir de los costosos envases metálicos y suplir la producción de las viejas siete fábricas de conservas existentes en el país.
Marambio junto a otro socio de apellido Cardoen eran dueños a partes iguales de la planta procesadora de frutas, ubicada en Jagüey Grande, además de participar del cultivo de 12.000 hectáreas de plantaciones de cítricos. El capital para el inicio de las operaciones rondó los 2,5 millones de dólares.
En 1996, luego de negociaciones con el Ministerio de la Industria Alimenticia, Marambio logró que se creara la asociación entre la empresa cubana Río Zaza e INGELCO S.A. Luego, el 23 de enero de 2001 se constituyó la empresa mixta ARZ, bajo la sombrilla de ING.
Tal fue el auge de este negocio que antes del proceso judicial a los Marambio, la empresa Alimentos Río Zaza reportaba facturaciones que sobrepasaban los 100 millones de dólares.
Estos resultados económicos reportados por ARZ eran posibles porque dicha empresa mixta gozaba del total monopolio de las ventas de sus productos en la red de Tiendas Recaudadora de Divisa (TRD), lo que le posibilitaba hacer altas facturaciones.
Con la anuencia del Ministerio de la Industria Alimenticia y el visto bueno del exgobernante Fidel Castro, Marambio se adueñó del monopolio de la venta de conservas en Cuba.
Precisamente ese sucio favoritismo facilitó que ARZ sumiera en la ruina a la envejecida e improductiva industria conservera cubana.
Durante los 12 años que ARZ estuvo como la principal empresa de productos enlatados en Cuba, el Estado no destinó un solo centavo para la recapitalización y modernización de la industria conservera nacional, situación que hoy se palpa por el bajo aprovechamiento de sus capacidades industriales y la crítica situación que atraviesa.
Ajuste de cuentas del raulismo
Poco después de ser condenados en ausencia los hermanos Marambio, el Gobierno cubano, sin entrar en muchos pormenores, anunció la destitución del general Rogelio Acevedo González, que por más 20 años se desempeñó como presidente del Instituto de Aeronáutica Civil.
En el contexto de las investigaciones realizadas a Cubana de Aviación fueron destituidos, juzgados y condenados los representantes de dicha línea aérea en España y Canadá. En ambos países tuvo una gran actividad la agencia de viajes Sol y Son, que gerenciaba Marcel Marambio.
Gracias a la protección del Gobierno cubano y en particular de Fidel Castro, Marambio logró acumular una gran fortuna. Al conocer que sería sometido a un proceso judicial, puso pies en polvorosa y junto con su hermano Marcel y otros compinches, huyó a Chile.
Max Marambio se convirtió en prófugo de la justicia cubana. Ante la orden de búsqueda y captura que pesa sobre él y su hermano Marcel, "El Guatón" envió 21 preguntas a la Fiscalía General de Cuba y a las autoridades chilenas en julio de 2010.
Marambio niega las acusaciones hechas por la justicia cubana y culpa a La Habana por supuestos incumplimientos y violaciones. Pone como ejemplo, cuando en febrero de 2010, el Gobierno cubano se apropió de manera forzosa de dos plantas de ARZ, y sometió a embargo todas las propiedades y activos de la citada empresa en medio de una investigación por corrupción.
El presidente Raúl Castro y sus generales, que estaban desesperados por quitarse a Max Marambio de encima y apropiarse de todos sus bienes, como finalmente ocurrió, utilizaron como argumento para llevar a cabo su filibustera acción, el apoyo financiero que "El Guatón" le brindó al exmilitante socialista Marco Enríquez-Ominami, candidato a la presidencia en Chile y quien no contaba con la simpatía de La Habana.
El Gobierno cubano fabricó un show judicial en su contra, que terminó con un juicio en su ausencia. En la misma causa, fueron sentenciados a largos años de prisión más de 100 funcionarios de la disuelta empresa mixta ARZ, de Cubana de Aviación y del Ministerio de la Industria Alimenticia.
También rodaron las cabezas del general Rogelio Acevedo y del titular de la Industria Alimenticia Alejandro Roca, que fue condenado a 15 años de prisión.