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Sociedad

Los reyes de unos padres magos

Entre críticas y aplausos, regresa una tradición eliminada por el castrismo. Blanco: Los Reyes Malos/ Almagro Domínguez: Ni Reyes ni Magos /Zamora: Los Reyes Magos 'vienen de afuera'

Santa Clara

Pidió una casita para muñecas y juró que se iba a portar bien y a cuidar sus juguetes.

—¿Y si amaneces ese día sin regalo?

—Nada, yo la pedí por si podían.

Amanda Saled Quintanilla conversaba con su madre, quien le ayudaba a redactar la carta para enviársela a los Reyes Magos porque ella no sabe escribir. Apenas cumplió los cinco años.

En otro hogar cubano, Luis Daniel, de seis años, también le hizo su pedido a los tres Reyes: "Quiero una camión de bombero, otra cuña de carrera y plumones".

Cada 6 de enero muchas familias cubanas tratan de entregar regalos a sus hijos en nombre de los Reyes Magos. Por estos días apenas se puede transitar por los departamentos de juguetes en las Tiendas Recaudadoras de Divisas (TRD) de Santa Clara.

Los magos y los regalos vienen de las imprecisas escrituras de Mateo 2:1.12. "No eran reyes, solo magos, ni se sabe si en realidad eran tres o dos los implicados", dijo Yaslei Brito Cárdenas, padre de la iglesia del Buen Viaje de Santa Clara.

Según explicó Brito, se asumió que fueran tres por el número de regalos que le trajeron al niño Jesús, aunque señaló que existen textos religiosos que hacen referencia a Melchor, Gaspar y Baltasar, como los tres magos que fueron guiados por una estrella hasta la ciudad de Belén.

"Allí buscaron al niño Jesús recién nacido y lo adoraron ofreciéndole oro, incienso, y mirra", acotó el sacerdote católico.

La historia sirvió para que con el tiempo los comerciantes coronaran tres "reyes" de ventas cada 6 de enero.

La tradición llegó a Cuba desde España. Tras alcanzar el poder en 1959, el Gobierno de Fidel Castro la eliminó junto a las celebraciones de Navidad y otras costumbres católicas y capitalistas. Desde hace algunos años, de la misma forma caprichosa y para mejorar los ingresos de sus TRD, ha vuelto a permitirlas.

Miguel Fernández, joven mecánico del Ministerio del Azúcar en Villa Clara, compró una rastra a su hijo. "Me costó 11,30 pesos convertibles (CUC). Es un regalo bueno, pero está un poco caro".

Pese al esfuerzo que significa para su bolsillo, cree que es una costumbre que debería consolidarse.

Algunos jóvenes a los que el regreso de los Reyes Magos cogió ya tarde, opinaron que quedar fuera de esa "fantasía internacional" no les hizo infelices.

"Pienso que la celebración de los Reyes Magos es un hecho más bien de los países capitalistas", comentó Miran Lorenzo, asistente en un círculo infantil.

"Me preocupa el curso que está tomando esto. Tengo 25 años y no viví en mi infancia esta furia en los centros comerciales. Pienso en qué sucederá cuando tenga un hijo y no pueda complacerlo un día como este", añadió preocupada.

Magia vs. economía

Entre las críticas y los aplausos al retorno de la tradición, la realidad es que durante los primeros días de cada año se incrementan las ventas de juguetes.

Aunque no pudo dar datos precisos sobre las ventas de estos productos en los últimos años por "no estar autorizada", Mabel Carrazana, dependienta de la TRD Siglo XX en Santa Clara, aseguró van en aumento.

Asimismo, explicó que por la alta demanda de los juguetes se han visto obligados a distribuirlos en otras áreas de la tienda. "También se envían estos productos a otras unidades que no ofrecen juguetes para aminorar las colas que se hacen", explicó.

En cuanto a si se harán rebajas de precios, dijo desconocerlo.

En la TRD Siboney, en pleno Boulevard de la capital villaclareña, los precios tampoco varían. Algunos dependientes advirtieron que al menos por ahora "no se ha señalado realizar rebaja de los artículos".

"Hay juguetes pero están muy caros, los de mejor factura y los que no". La oferta no satisface "las expectativas de los clientes", dijo uno de los dependientes consultados.

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