"Creo que el sistema actual castrista desaparecerá. (…) La oposición cubana logrará un cambio verdadero en la Isla", dijo Carlos Amel Oliva, líder del Frente Juvenil de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU).
Activistas y opositores reunidos en el marco del proyecto Aulas Abiertas, que posibilita el diálogo y la capacitación de activistas de la sociedad civil cubana, opinan por estos días sobre la situación y las líneas de actuación tras la muerte del dictador.
Según el activista de UNPACU, la muerte de Castro por sí misma no será el impulsor de transformaciones, pues "los ciudadanos se habían ido adaptando a la idea de que Fidel estaba muerto".
"El pueblo sí tiene la esperanza de que con la muerte de Raúl o que cuando este abandone el poder tal vez puedan darse algunos cambios", añadió.
Para César Mendoza, director del Centro de Estudios para el Desarrollo Local (CEDEL) la muerte de Castro genera "incertidumbre" y "temores" entre una parte de la población.
Para Mendoza, la ideología cubana no es ni socialista ni comunista, sino fidelista. Una ideología sostenida por "la figura de este individuo", quien "al desaparecer" deja a las cúpulas del poder del régimen la tarea difícil de "mantener esta imagen".
Activistas y opositores concordaron en que le toca a la oposición liderar los cambios que necesita el país, siempre sobre la unidad y a través de un proyecto político estructurado.
"Hay que buscar puntos de consenso entre la oposición y evitar más fracciones. Los jóvenes también deben tener un mayor protagonismo en la toma de decisiones de la sociedad civil", dijo Mendoza.
Como subrayó más adelante, el principal reto de la oposición cubana es abandonar el caudillismo que existe en muchos grupos de la sociedad civil.
Oliva, por su parte, señaló que la verdadera tarea de la oposición es la unidad.
"Sería mucho mejor enviar un mensaje de diálogo, de reconstrucción, de reconciliación de un solo pueblo que mantener un discurso radical por parte de los opositores. Debemos pensar en los intereses de la nación", explicó.
"El principal reto de la oposición y de la sociedad civil cubana es seguir ganando en organización, en definir sus objetivos y ganar más población. Debemos asumir el reto de que la unidad no es un eslogan sino que la unidad es algo necesario e importante para lograr un cambio importante en nuestro país", añadió la periodista independiente Yusmila Reyna.
Según Hildebrando Chaviano, director del Centro de Análisis de Políticas Públicas de Libertad y Desarrollo (CAPP), la oposición cubana aún tiene que asumir muchos retos como preparar a los ciudadanos en temas políticos, erradicar la apatía en la sociedad civil y hacer una verdadera política.
Eliecer Ávila, líder del movimiento Somos+, cree que la oposición en la Isla debe estructurar un proyecto político y poder demostrarle a millones de cubanos que puede conducir las riendas del país. "Esto solo será posible si hay cambios en la capacidad de trasmitir esas ideas", dijo.
Para Yusmila Reyna, el futuro de Cuba no cambiará si los ciudadanos no se preocupan por el sistema político de la Isla o por las libertades restringidas.
Ávila planteó que los temas que golpean y preocupan a los cubanos día a día son la migración, el transporte, la alimentación y vivienda. "El pueblo debe empezar a medir a sus dirigentes por su capacidad de resolver esos problemas. Cuba necesita reformas económicas y apertura al mercado", sentenció.