Más de 50 años después de que el presidente John F. Kennedy fuera asesinado en Dallas, evidencias descubiertas en los diarios secretos de un espía de la Guerra Fría implican a una nueva figura, un doble agente que podría haber trabajado para La Habana, y cuyo nombre sale a relucir en un recién publicado libro que reseña el New York Post.
En los textos que ven por primera vez la luz, Douglas DeWitt Bazata, un oficial condecorado de la Segunda Guerra Mundial y de la precursora de la CIA, sostiene que su antiguo amigo y compañero de espionaje René Alexander Dussaq fue el organizador principal del complot para "el asesinato de Kennedy el 22 de noviembre de 1963".
Los diarios revelan que Dussaq pudo incluso haber realizado el disparo que mató al presidente número 35 de Estados Unidos, según el libro Target: JFK, The Spy Who Killed Kennedy? (Objetivo: JFK, El espía que mató a Kennedy) que ha salido este lunes a la venta.
Lee Harvey Oswald, a quien por lo general se le reconoce como el asesino de Kennedy, solamente tenía la misión de hacer un disparo de distracción, de acuerdo con el texto.
Dussaq, hijo de un diplomático cubano —nació en Buenos Aires y estudió en Ginebra y la Isla— se convirtió en ciudadano naturalizado de Estados Unidos en 1942. Fue aceptado en última instancia por el Ejército de Estados Unidos, necesitado de soldados de infantería en aquel momento. Dussaq ascendió rápidamente en las filas, convirtiéndose en un instructor de teniente de élite de la división 101 aerotransportada: "Screaming Eagles".
El libro de Robert K. Wilcox narra otras cuestiones y eventos que llevaron más tarde a Dussaq a estar involucrado en los planes de asesinato del presidente en funciones de Estados Unidos, que estuvo al frente del Gobierno durante la invasión de Bahía de Cochinos y la Crisis de los Misiles soviéticos.