El periodista oficialista Francisco Rodríguez Cruz criticó este martes en su blog Paquito el de Cuba la política exterior del Gobierno en materia de derechos de la comunidad LGBTI, al señalar que se "circunscribe a no obstaculizar las iniciativas diplomáticas favorables" al respecto "pero nunca a promoverlas o patrocinarlas".
"La diplomacia cubana mantuvo la coherencia con la política interna al apoyar esta última semana en el Consejo de Derechos Humanos (CDH) en Ginebra una resolución sobre la protección contra la violencia y la discriminación por orientación sexual e identidad de género en el mundo, aunque sin mostrar el liderazgo internacional que activistas por los derechos sexuales en la Isla desearíamos", escribió Rodríguez.
"La representación del Ministerio de Relaciones Exteriores alineó su postura junto con el resto de las naciones latinoamericanas, lo cual permitió que el pasado 30 de junio este organismo de las Naciones Unidas aprobara el documento por un estrecho margen de 23 votos a favor, 18 en contra y seis abstenciones", recordó.
En la entrada publicada este martes, Paquito el de Cuba dijo que diversos grupos de activismo en el país siguieron las negociaciones y deliberación a través de la información proporcionada por la sección de América Latina de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersexuales (ILGA por sus siglas en inglés).
El texto llegó al Consejo de Derechos Humanos con el respaldo de más de 600 organizaciones de la sociedad civil en el mundo, incluyendo en el caso de la Isla al Proyecto Arcoiris. También el estatal Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX) estuvo al tanto del proceso de debate y de las votaciones, según reseñó Rodríguez Cruz.
"La política exterior de Cuba parece circunscrita solamente a no obstaculizar las iniciativas diplomáticas favorables al reconocimiento y defensa de los derechos humanos de la comunidad LGBTI, e incluso a respaldarlas cuando las someten a votación en cualquier organismo internacional, pero nunca a promoverlas o patrocinarlas", lamentó.
Para Paquito el de Cuba "una revolución socialista como pretende ser" la cubana, "con un Partido Comunista en el poder cuya política en relación con el respeto a la libre orientación sexual e identidad de género cada vez es más firme y explícita, no solo podría, sino que debería desplegar una labor más activa y directa para influenciar en este terreno entre los países aliados, grandes y pequeños, así como en el seno de los organismos internacionales".
Consideró que "podría resultar muy valioso y efectivo" el aporte del Gobierno "a la comprensión de esta necesidad en el área del Caribe, cuyas naciones en varios casos todavía están entre los más de 70 estados en el mundo con leyes que penalizan la homosexualidad, o mantienen prácticas sociales y rezagos culturales muy discriminatorios hacia la diversidad sexual".
"Ningún Gobierno amigo, por ejemplo, le pediría al nuestro en ningún escenario o bajo ninguna circunstancia, condescender, pactar o transigir con respecto a las históricas posiciones de principio de Cuba alrededor de la defensa de los derechos de la mujer; de las niñas, niños y adolescentes; o en contra de la discriminación racial, la xenofobia, las intervenciones armadas y el terrorismo, o a favor del cuidado del medio ambiente, la paz, la justicia y la equidad social, entre otras muchas buenas causas", argumentó el periodista del semanario oficial Trabajadores.
En tal sentido dijo que la comunidad LGBTI aspira a que "un día ese compromiso innegociable también sea absolutamente evidente en relación con la no discriminación por orientación sexual e identidad de género, y el reconocimiento y protección de los derechos sexuales como derechos humanos, para todas las personas, en cualquier lugar del mundo".
La resolución final del CDH sobre la materia dispuso la designación de una persona experta independiente que evalúe la aplicación de las normas internacionales sobre derechos humanos, identifique sus violaciones y carencias, así como las mejores prácticas en materia de inclusión y no discriminación por orientación sexual e identidad de género, para generar una mayor conciencia sobre el tema mediante un diálogo sistemático con los Estados.