El pasado 14 de octubre, un reportaje del Noticiero de la Televisión trató la grave situación del desabastecimiento de medicamentos en la red de farmacias de La Habana, donde reside el 20% de la población cubana.
El deterioro que reporta la producción farmacéutica —tal como señaló la periodista del NTV— no se corresponde con el anuncio hecho en la Asamblea Nacional por el titular de Economía y Planificación, Marino Murillo Jorge, el 3 de julio de 2014, de que BioCubaFarma cumplió su plan de exportación y garantizó el 66% de los medicamento al Sistema Nacional de Salud. Ello, según dijo Murillo, se reflejó en "el sustancial abastecimiento de aquellos medicamentos que estaban en baja".
Casi un año después del anuncio de Murillo, en el diario Juventud Rebelde apareció un trabajo del periodista José Alejandro Rodríguez, "¿Por qué faltan los medicamentos?", donde se dio a conocer la repuesta del doctor José L. Fernández Yero, vicepresidente primero del Grupo Empresarial BioCubaFarma, a las quejas de los lectores sobre la escasez de medicamentos.
El Dr. Fernández Yero explicó que el cuadro básico de medicamentos en Cuba está integrado por 857 productos y el surtido producido por BioCubaFarma, entre medicamentos químicos, biológicos, biotecnológicos, medios de diagnóstico y equipos médicos, suma 1099. Para garantizar dichas producciones, el grupo empresarial ha firmado contratos de suministro de materias primas y equipamiento principalmente con China y la India.
Según el vicepresidente primero de BioCubaFarma, empresa creada hace dos años y medio, los actuales problemas en el proceso productivo son consecuencia de la prolongada falta de mantenimiento de los equipos de laboratorio.
El Dr. Fernández Yero reconoció la descapitalización del parque industrial de la industria farmacéutica, que no llega a cubrir las necesidades.
La situación se torna más grave por las deficiencias organizativas, el mal trabajo por parte de las empresas importadoras y los errores de la planificación que les impone el Ministerio de Economía y Planificación.
Tales fallas y desajustes provocaron que muchos medicamentos se consumieran por encima de las cifras planificadas.
Teóricamente había aprobado un plan de materia prima para 12 meses de cobertura productiva, pero al finalizar 2014 no se disponía de materia prima para continuar con la producción del presente año.
2015 se inició con los almacenes de materia prima desabastecidos porque los proveedores no cumplieron a tiempo con su entrega. La producción de varios laboratorios se paralizó. A eso se sumó que a algunas de estas industrias hubo que cerrarlas por contaminación. Debido a todo esto, 25 medicamentos no se produjeron. De ahí su desabastecimiento en las farmacias.
Ante tales dificultades, el grupo empresarial adoptó algunas decisiones estratégicas. Por ejemplo, la Duralgina, de bajo precio y un consumo que ronda las 900 millones de pastillas anuales, en vez de producirlas en Cuba, se importaron, para dejar las capacidades disponibles para producir medicamentos como el Enalapril, diagnosticado para el tratamiento de la hipertensión y algunos tipos de insuficiencias cardíacas, y el Captopril, indicado para tratar la hipertensión y los problemas renales.
Poco más de tres meses después de la respuesta del vicepresidente primero del Grupo BioCubaFarma a los lectores de Juventud Rebelde, el Noticiero Nacional ha vuelto a tocar el tema de la escasez de medicamentos.
Según informó el NTV, de los 570 renglones del cuadro básico de medicamento que se producen en Cuba, en los últimos 10 meses solo se han producido 410.
En estos momentos, en la mayoría de las farmacias de La Habana se reporta la falta de hasta 59 medicamentos. Los empleados plantean que esto se debe a la inestabilidad en las entregas.
Desde marzo hay medicamentos que brillan por su ausencia.
Las personas que tienen tarjetón —la libreta de abastecimiento para los productos farmacéuticos—, son las que gozan prioridad, pero no se le pueden suministrar los medicamentos que necesitan porque no los hay.
No se puede decir que la escasez de medicamentos se deba a la falta de materias primas, porque gran parte de ellas están en Cuba, pero los contenedores se apilan cargados en los diferentes puertos, principalmente en Mariel, pagando miles de dólares por estadía, en espera de que se carguen y se trasladen a los laboratorios.
A modo de justificación, los directivos de BioCubaFarma alegan que no disponen de camiones. Gran parte de su parque de vehículos, por los muchos años de explotación y la falta de mantenimiento y de piezas, están dados de baja técnica.
La falta de camiones impide sacar los contenedores de los muelles y los productos terminados de los almacenes de los laboratorios.
Mientras, la población sigue a la espera de medicamentos que desde hace meses no se distribuyen en las farmacias.