Tan grande ha sido la escasez de medicamentos en las farmacias cubanas, que el tema llegó a la reunión del Consejo de Ministros. Raúl Castro pidió allí a Roberto Morales Ojeda, ministro de Salud Pública, que expusiera las causas de la situación, según informó el diario Granma del lunes 1 de junio.
Una explicación más detallada apareció el martes 2, en la sección "Acuse de Recibo" de Juventud Rebelde. Como reacción ante la preocupación de los lectores, el periodista José Alejandro Rodríguez publicó explicaciones de José Fernández Yero, vicepresidente de BioCubaFarma.
La respuesta incluyó justificaciones como: "los proveedores son de mercados muy distantes"; "el nivel de regulación es muy estricto, y no permite acciones remediales", o el equipamiento es "complejo y muy especializado", y una parte de él "está sujeto a restricciones para su mantenimiento y compra de piezas, por el bloqueo norteamericano".
Fernández Yero reconoció, brevemente, las deficiencias de planificación, administrativas y las negligencias de la empresa importadora. Responsabilizó a la población de parte del desabastecimiento, por la compra innecesaria, la automedicación, el uso de medicamentos en animales. Los revendedores, que sí podrían ser una causa de peso, ahora mismo no tienen nada que revender.
"Está bien que nos expliquen", comenta Norberto, "pero las justificaciones no resuelven el problema. Además, si leíste el periódico te habrás dado cuenta de que por ningún lado aparece un plan para solucionarlo a corto plazo, así que hay que tratar de no coger ni catarro, que el Kogrip no va a aparecer".
En las últimas dos semanas, el MINSAP ha echado mano a sus reservas para satisfacer algunas necesidades de los pacientes.
"Todas las pomadas están desaparecidas", asegura la doctora Larisa, médico de la familia. "Esta semana entraron a la farmacia Clobetasol y Triamcinolona, que son de las que más se usan. Pero la cantidad es muy pequeña todavía".
Yenisbel, dependiente de una farmacia agrega que "también reapareció la Benadrilina". Sin embargo, no puede asegurar que se mantenga este abastecimiento. "Medicinas de alta demanda como el Kogrip, el Ibuprofeno y la aspirina revestida siguen en falta".
¿Cómo se las arreglan médicos y pacientes en medio de la crisis?
"Hay tratamientos que se pueden sustituir", dice la doctora Larisa. "Mis pacientes alérgicos están tomando Meclozina, porque no hay Loratadina ni Dexclorfeniramina. Uno trata de buscar variantes, pero hay enfermedades que no admiten cambio de tratamiento. Por ejemplo, el Alopurinol, que es para la gota, no tengo con qué sustituirlo, así que los que la padecen están ahora mismo sin medicación".
Yamila, diagnosticada con una depresión severa, no ha podido iniciar su tratamiento. "Ya van dos veces que me lo cambian, porque no aparecen las pastillas".
Olga, de 78 años, toma Rutascorbin y Aspirina para la circulación. "Como no hay ninguna de las dos estaba en crisis. Las piernas se me pusieron rojas y me dolían. Menos mal que mi hija se movilizó y me mandó Aspirina de los Estados Unidos y con eso he mejorado".
Según el doctor Fernández Yero, la industria cubana de medicamentos "se encuentra descapitalizada, como resultado de un deficiente proceso inversionista y de mantenimiento durante muchos años".
"Ahora —dice— la dirección del país está apoyando".