Canek Sánchez Guevara, nieto de Ernesto Che Guevara y crítico del régimen cubano, falleció en Ciudad de México a los 40 años de edad, confirmó su tío, Martín Guevara, en un post publicado en su blog.
"Hoy (lunes) en una operación complicadísima se quedó Canek", dijo Martín Guevara.
"Gran escritor, gran sincero, valiente, inteligente", añadió. "Apestado para todos los obsecuentes de Fidel y Cía., le dieron la espalda de la manera más abyecta, por ser valiente desde jovencito, punk, rebelde (…) denunciaba sin titubear las andanzas de todo menos revolucionarias de los que abandonaron a su abuelo".
Según el blog Café Fuerte, Canek Sánchez (La Habana, 1974), escritor, diseñador y promotor cultura, falleció durante una operación cardiovascular.
Su salud se había agravado en los últimos días luego de que le detectaran una infección en el corazón, causante de una neumonía y una falla renal que obligaron a hospitalizarlo, indicó la publicación citando a Martín Guevara.
La intervención, de urgencia, era para reemplazarle dos válvulas.
La madre de Canek Sánchez era Hilda Guevara, fallecida en 1995 e hija mayor del Che y la peruana Hilda Gadea. Su padre es el mexicano Alberto Sánchez Hernández.
"No lo volví a ver desde que era niño pero lo he leído estos años y estábamos en contacto por las redes por similitud y afinidad en pensamiento, puntos de vista y gustos y por afecto familiar, se había convertido en un hombre en constante búsqueda con una gran honestidad intelectual", dijo Martín Guevara, también crítico del régimen cubano.
Canek Sánchez abandonó Cuba en 1996 y se estableció en México. Escribió para revistas como Letras Libres y Milenio Semanal.
'Salí de Cuba con el corazón hecho mierda'
"Me hice en Cuba: la amé y la odié como solo se puede amar y odiar algo valioso, algo que es parte fundamental de uno", afirmó en un texto publicado en 2006, en el que relató los años vividos en la Isla y su salida hacia México. "Salí con el corazón hecho mierda", dijo.
"La revolución hace años falleció (…) hubo de ser asesinada por quienes la invocaron para evitar que se volviera contra ellos, tuvo que ser institucionalizada y asfixiada por su propia burocracia, por la corrupción, por el nepotismo y por la verticalidad de la tan mentada organización: el Estado 'revolucionario' cubano", escribió en un testimonio publicado por el semanario Proceso en octubre de 2004.
"La revolución parió una burguesía, aparatos represivos dispuestos a defenderla del pueblo y una burocracia que la alejaba de éste. Pero sobre todo fue antidemocrática por el mesianismo religioso de su líder", señaló en ese texto, recogido por agencias de prensa.
Se convirtió en un "vulgar capitalismo de Estado llamado también 'fidelismo'", afirmó.
Fustigó con dureza el "mesianismo" de Fidel Castro y la pérdida de rumbo a la que llevó a la revolución, pasando "del joven revolucionario al viejo tirano" que "falsificó" un ideal.
Dijo que uno de los puntos que lo alejó de la Isla fue "la criminalización de la diferencia", mediante la "persecución de homosexuales, hippies, librepensadores, sindicalistas y poetas" y la instalación de una "burguesía socialista (...) fingidamente proletaria".
Calificó el régimen de Castro como una dictadura. "En efecto, Fidel liberó a Cuba de la gangsteril dictadura batistiana, pero con su obstinada permanencia solo logró volverse, él mismo, dictador", aseveró.
"Todas mis críticas a Fidel Castro parten de su alejamiento de los ideales libertarios, de la traición cometida en contra del pueblo de Cuba y de la espantosa vigilancia establecida para preservar al Estado por encima de sus gentes", agregó.
"Seamos honestos, un joven rebelde como fue Fidel Castro, en la Cuba de hoy sería inmediatamente fusilado, no condenado al exilio", fustigó.