La eliminación del permiso de salida fue una buena noticia para todos los cubanos con intenciones de viajar. Cuando esa y otras trabas fueron eliminadas, muchos corrieron a hacerse su pasaporte y comenzaron los trámites para su salida de Cuba. Visitar a los familiares en el extranjero, trabajar fuera del país y hasta la salida definitiva, iban a ser más sencillas para los cubanos.
Sin embargo, las instituciones estatales vinculadas a la emigración todavía hacen lo posible por cumplir el precepto no formulado de que al cubano debe costarle trabajo viajar.
Es el caso de Consultoría Jurídica Internacional, una oficina del MINREX ubicada en la calle 16 entre 3ra y 5ta, Miramar, que se dedica a la legalización de los documentos necesarios tanto para los trámites de viaje dentro del país como para su uso en el extranjero.
Al aumentar la demanda de estos servicios, era lógico pensar que se habilitarían más oficinas para mejorar el servicio, pero ha ocurrido todo lo contrario. Consultoría Jurídica Internacional centraliza todos los servicios, desde la legalización de títulos, certificados de todo tipo, confección de pasaportes a cubanos residentes en el exterior hasta la obtención de antecedentes penales, servicio que se incorporó a partir de abril de 2014.
"Antes se podían solicitar los antecedentes penales en las oficinas municipales", comenta Elena. "Yo tuve que venir aquí para sacarlos y gastarme 65 CUC en el trámite, además de las colas. Te pasas el día entero esperando aquí."
La oficina atiende más de 100 solicitudes diariamente, de manera que siempre está llena. Los asientos ubicados en el exterior no alcanzan y las personas ocupan la acera y todo sitio cercano susceptible de ser usado como asiento.
Por los alrededores deambulan los revendedores de sellos y de turnos en la cola. La patrulla de la policía pasa cada hora, pero las ilegalidades no se detienen.
A las 8 am los trabajadores de la consultoría recogen los carnet de identidad de los usuarios por el orden de la cola, así que supuestamente no hay cómo colarse.
"No es tan sencillo", explica Ernesto, quien viaja a menudo y ha tenido que venir varias veces. "Los revendedores marcan a las 4 am para 20 personas, luego venden el turno a 10 CUC. También he visto que los trabajadores de la oficina te pasan fuera de la cola por 20 CUC."
Al escuchar a Ernesto, una señora interviene: "Cuando yo vine a legalizar mi título, vinieron unas señoras cuando ya habíamos pasado adentro. Traían jabas con detergente, comida y jugos caros para los trabajadores. Llegaron de últimas y pasaron delante de los que llegamos antes de las 8. Ni hablar de cuando viene un artista conocido, esos no hacen cola".
Los trabajadores de Consultoría son vistos por los usuarios como personas educadas y amables, que tratan con paciencia las inquietudes del público. Una de ellas explica que "el salario mínimo aquí es de 225 CUP, más los 10 CUC del aseo y 12 del almuerzo. Se supone que tenemos estimulación por resultados, pero nunca la cobramos. Por supuesto, si faltas un día no te pagan el almuerzo, y hay que trabajar sin descanso. Imagínate si no paramos, que aquí ni se fumiga para los mosquitos".
No es extraño que estos empleados cedan a los regalos o al soborno. "Aquí te hacen 'por fuera' cualquier trámite. Si pagas, no tienes que hacer la cola. Lo que tienes que saber con quién hablar", asegura Ernesto.
Para tratar de evitar estos manejos, también hay policías vestidos de civil en la cola. Son conversadores que, intentando parecer casuales, sacan información a los usuarios y los previenen de cometer ilegalidades contando anécdotas: "Muchacho, si a mí me estafaron y me vendieron unos antecedentes penales falsos". Aun así, las ilegalidades continúan.
"Si pusieran más oficinas como esta, habría menos corrupción. Si no tienes que pasarte el día entero haciendo cola no pagas por dejar de hacerla", opina Elena. "Adentro también podrían hacer cambios para agilizar el proceso. Yo he tenido que ir a la oficina de solicitud, después a la de facturación, de ahí a la caja y de la caja, otra vez a la de solicitud. Es una locura, por un lado centralizan todo y por otro lo dispersan. Obvio que el que puede, paga por salir de esto rápido."
"¿Lo harán a propósito?", pregunta Ernesto y, mientras tanto, un policía entra con una muchacha de civil. Hablan con una trabajadora de la oficina y luego él se retira, dejando en buenas manos y bien colada a su acompañante. Nadie de la cola dice nada.