Rolando Sarraff Trujillo, el espía que quedó en libertad tras el acuerdo entre La Habana y Washington pero que no mantuvo contacto con su familia durante casi un mes, confirmó que está en Estados Unidos y se encuentra bien, informó este martes su hermana a The Associated Press.
Vilma Sarraff, que vive en España, dijo que Rolando, su hermano de 51 años, la llamó por primera vez desde su liberación el 17 de diciembre.
La hermana dijo que Sarraff se "encuentra libre y bien", pero no quiso desvelar detalles de la conversación telefónica ni la ciudad norteamericana en la que se encuentra.
"Gracias a Dios supimos de él", dijo la mujer.
La madre de Sarraff, Odesa Trujillo, dijo a la AP en La Habana que ella y su esposo no habían sabido nada de su hijo desde que lo liberaron, pero que estaban optimistas de que tendría noticias de él en pocos días.
Agregó que el padre de Sarraff, de 79 años, también llamado Rolando, sufría una neumonía y se encontraba delicado de salud.
La familia tanto en Cuba como en España había dicho desconocer el paradero de Sarraff desde su liberación a mediados de diciembre. La hermana hizo público este contacto, horas después que Estados Unidos confirmara la liberación de los 53 prisioneros políticos que La Habana se comprometió a excarcelar como parte del acuerdo.
Rolando Sarraff, de 51 años, fue identificado por un exmiembro del gobierno estadounidense como el espía liberado que el presidente Barack Obama elogió como uno de los activos más valiosos de Washington.
La fuente indicó que Sarraff fue la persona enviada a Estados Unidos junto al contratista estadounidense preso en Isla, Alan Gross, como parte del intercambio de presos.
Según el funcionario estadounidense que lo identificó, Sarraff era un criptógrafo que trabajaba para la inteligencia cubana como "agente de comunicaciones". En 1995 fue arrestado y se lo condenó 25 años de cárcel.
Antes de que cayera en manos de las autoridades cubanas, Sarraff ayudó a desmantelar la Red Avispa.
Rolando Sarraff padre es un coronel retirado y experiodista de la agencia oficial Prensa Latina. Él y su esposa dijeron que no sabían nada del trabajo de su hijo y que desconocían por qué lo condenaron como espía de la CIA, hace casi 20 años, ya que siempre proclamó su inocencia.