La escalada en las cifras de balseros cubanos que arriesgan su vida para llegar a Estados Unidos ha encendido la alarma por el temor a un nuevo éxodo, ante la frustración en la Isla por la difícil situación económica, según analistas, reporta la AFP.
La imagen es casi cotidiana: helicópteros y patrulleros de la Guardia Costera estadounidense acuden a rescatar a emigrantes cubanos, que en improvisadas balsas se lanzan al mar para intentar llegar a las costas de Florida.
En el mejor de los casos, son recogidos cuando navegan o flotando en el mar, una vez destrozadas o perdidas las precarias embarcaciones. En el peor caso, nunca llegan y desaparecen en algún punto de los 150km infestados de tiburones que separan a Florida de Cuba.
"Sabemos el número de personas que llegan y las que interceptamos cuando están viniendo, pero no sabemos cuántas mueren en el mar", reconoció esta semana un portavoz de la Guardia Costera, Gabe Somma.
El número de balseros cubanos hacia Estados Unidos aumentó un 75% entre 2013 y 2014, de 2.129 a 3.722, estimó la Guardia Costera. Desde 2008 no se registraban números tan altos.
En el año fiscal que culminó en septiembre pasado, 814 cubanos lograron llegar a la costa, más del doble que un año antes (359), según la Patrulla Fronteriza.
Pisar tierra es clave ya que, según leyes estadounidenses, los cubanos que lo hacen pueden radicarse. Los capturados en el mar, son repatriados.
La mayor parte de los cubanos que llegan a Estados Unidos lo hacen por México, 16.247 este año solamente.
"Lo que estamos viendo es una desilusión total con las llamadas reformas" económicas del Gobierno de Raúl Castro, declaró a la AFP José Azel, del Instituto de Estudios Cubano-Americanos de la Universidad de Miami.
"Ya han pasado seis años (desde que se instrumentan las reformas) y creo que el pueblo se ha dado cuenta de que no hay intención ni voluntad de cambios importantes", afirmó.
Las reformas, que no logran hacer despegar la economía cubana, "han sido significativas pero muy lentas, todavía no se han visto los avances", afirmó por su parte Jorge Duany, director del Instituto de Investigaciones Cubanas de la Florida Internacional University.
Los más afectados son los jóvenes, "que no ven una salida en el país, eso puede ser muy explosivo", advirtió.
'Los muertos son incontables'
La reforma migratoria de 2013, consideró, "alivió bastante la tensión" y permitió a los cubanos salir como nunca antes, pero la demanda es más grande que la cantidad de visas a las que tienen acceso.
Estados Unidos, donde viven unos dos millones de cubanos, otorga unas 20.000 visas anuales para ciudadanos de la Isla.
"Hay una especie de potencial migratorio en Cuba acumulado que ha ido aumentando en esta última década, que no puedo encontrar una vía legal para salir del país", dijo Duany. "Estamos hablando de una crisis potencial, ojalá que no, pero la situación actual parece apuntar en esa dirección", alertó.
Azel, de su lado, minimizó la posibilidad de que la llegada de cubanos por el mar se masifique, por las mismas limitaciones a la hora de conseguir las precarias embarcaciones que usan, y augura que seguirá siendo "a cuentagotas".
Pero aunque aún se está lejos de los niveles de la crisis de los balseros, cuando en 1994 salieron 37.000 cubanos, o el éxodo de Mariel en 1980, que vio a 125.000 personas abandonar la Isla, activistas opinan que la situación ya es crítica.
"Hay un éxodo masivo silencioso que está creciendo rápidamente y las muertes son incontables ya, y lo que nos preocupa es que los gobiernos están como si esto no estuviera pasando", declaró a la AFP Ramón Saúl Sánchez, presidente del grupo anticastrista de Miami Movimiento Democracia.
El miércoles, una lancha del Movimiento Democracia colaboró en la búsqueda de dos inmigrantes que seguían desaparecidos de un grupo de 13 cubanos que naufragaron cerca de los cayos de Florida. Dos hombres lograron alcanzar tierra a nado, otras nueve personas fueron recogidas por la Guardia Costera.
La búsqueda de los dos restantes fue infructuosa, agregó Sánchez con pesar.