El Gobierno de Portugal ha pagado al de Cuba cerca de 12 millones de euros en los últimos seis años por la contratación de médicos, informó Jornal i, que indica que los acuerdos no habían sido dados a conocer hasta el momento.
La publicación dijo haber tenido acceso a documentos del Ministerio de Salud portugués, según los cuales los tratos entre La Habana y Lisboa comenzaron en 2009, bajo el Gobierno del socialista José Sócrates.
Los documentos indican que en los primeros años Portugal pagó mensualmente a La Habana 5.900 euros por cada médico, valor Lisboa "no paga a ningún médico" portugués, señaló Jornal i. A finales de 2011, revisó a la baja los contratos y el salario pasó a ser 4.230 euros, aunque a los profesionales cubanos no llega ni la cuarta parte, resaltó.
Las condiciones del acuerdo han sido modificadas varias veces. Los grupos de médicos cubanos enviados a Portugal han rondado los cuarenta integrantes. En mayo habría llegado al país europeo un contingente de 52 profesionales.
La estatal Comercializadora de Servicios Médicos Cubanos es la encargada de cobrar los pagos portugueses.
Inicialmente, los salarios que recibían los cubanos eran de 300 euros al mes y La Habana les ingresaba otros 300 en cuentas en Cuba. Actualmente los salarios que reciben son de 900 euros, detalló el diario portugués.
Tras la última modificación del contrato, en abril de 2014, los médicos cubanos trabajan unas 44 horas semanales. Los 4.230 euros que paga Lisboa mensualmente por cada uno de ellos (unos 24 euros por hora) están dentro de los límites establecidos para el contrato de médicos especialistas a empresas de servicios como la cubana. No obstante, son una cantidad muy superior a los 2.800 euros de salario que gana un médico de familia local, criticó la publicación.
Portugal debe pagar también los viajes de los cubanos desde y hacia la Isla, y sus vacaciones una vez al año.
La Habana está obligada a sustituir a los médicos que abandonen la misión por causa injustificada o indisciplina. Al menos una docena habría aprovechado el programa para escapar de la Isla.
El acuerdo en vigor termina en 2016 y establece que pueden ser contratados hasta 100 médicos.
Jornal i señaló que los cubanos están sujetos a un reglamento, impuesto por La Habana, que les prohíbe hacer declaraciones a los medios de comunicación, los obliga a informar a sus superiores de sus "relaciones amorosas" y les impide participar en "eventos de carácter político o social" sin autorización.
Asimismo, indicó que los cubanos están obligados a informar sobre sus desplazamientos fuera del lugar en el que viven durante el tiempo de la misión, y "no pueden mantener relaciones de amistad con nacionales o extranjeros cuya conducta no esté de acuerdo con los principios y valores de la sociedad cubana o asuman posiciones hostiles o contrarias a la revolución cubana", entre otras restricciones.
Similares medidas, junto a la retirada del pasaporte y a la vigilancia constante, aplica el Gobierno de Raúl Castro a los profesionales que mantiene en Brasil, Venezuela y otros países, y que representan actualmente la principal fuente de ingresos del régimen.