La compañía de remesas Caribbean Transfers, cuyo expropietario es un prófugo de la justicia estadounidense por lavado de dinero y está actualmente en búsqueda y captura por Interpol, negó este jueves haber cometido delitos en Estados Unidos.
"Caribbean Transfers no ha cometido delito en Estados Unidos. Caribbean Transfers ha sido involucrada en una supuesta conspiración para lavar dinero procedente de fraudes al Medicare", dijo la empresa en una nota publicada en su web.
El comunicado, que responde, aunque sin mencionarlo, al reportaje publicado el miércoles en DIARIO DE CUBA, dice que la compañía ha "estado trabajando intensamente en la documentación que acredita que esta acusación es totalmente falsa".
Asegura que "se basa únicamente en testimonios de criminales convictos que rebajan su condena considerablemente por involucrar a empresas y personas que hacen negocios con Cuba".
Caribbean Transfers afirma que "no envía dinero desde Estados Unidos porque no tiene oficina ni activos en ese país", pero admite que "recibió fondos de remesas familiares en sus cuentas fuera de Estados Unidos, enviados por una agencia de Miami que contaba con todas sus licencias para realizar esta actividad y pagó en Cuba remesas familiares".
Según la compañía, "los protagonistas de este delito se encuentran todos en Miami" y serían "decenas de sucursales bancarias que han recibido los pagos de facturaciones fraudulentas emitidas por 70 compañías proveedoras de servicios médicos en la ciudad de Miami".
También acusa del delito a "una compañía de remesas familiares de Miami con licencias emitidas por el departamento de Banca de la Florida y el OFAC" y a "una tienda de cambio de dinero en la ciudad de Naples".
"¿Cómo se supone que Caribbean Transfers podía conocer la ilicitud de estos fondos, cuando además no fueron recibidos directamente, sino a través de una agencia?", se pregunta la compañía, e indica que "confiaba en que los bancos de Estados Unidos estaban perfectamente regulados, conocían perfectamente a sus clientes y eran incapaces de enviar dinero fraudulento fuera de su jurisdicción".
Los 'culpables', según Caribbean Transfers
Después de defenderse, la entidad entona un alegato político y acusa a la "prensa amarilla" de no hablar del fraude al Medicare y del supuesto "lavado de dinero de los bancos de Miami".
Dice que en "la capital del fraude al Medicare", los medios "optan por desacreditar a ciudadanos cubanos honestos que han logrado hacer proyectos por su país de modo independiente, tanto empresariales como culturales".
Y entonces pasa al tema preferido del castrismo, el embargo.
"El embargo económico a Cuba es la principal causa de lo sucedido. ¿Por qué la agencia de remesas de Miami envió el dinero de esta manera? A causa de que el embargo económico impide las transferencias directas", afirma.
Jorge Emilio Pérez de Morales Sante era propietario de la compañía de envíos de remesas Caribbean Transfers, que tenía sede en un paraíso fiscal del Caribe y que fue utilizada para lavar 30 millones de dólares estafados al seguro nacional de Estados Unidos, Medicare.
En octubre de 2012, autoridades federales presentaron nueve cargos contra Pérez de Morales Sante, que fue declarado fugitivo. Desde entonces, su nombre figura en la base de datos de Interpol.
Las investigaciones federales revelaron que el dinero estafado era depositado en el Royal Bank de Canadá y de ahí era remitido a un paraíso fiscal y acababa en el sistema bancario cubano, todo bajo control estatal.