Una casa con piscina es un refrescante modo para combatir el calor en Cuba y un excelente negocio para pequeños empresarios surgidos con los cambios de los últimos cinco años.
"Antes de que empezara esto del cuentapropismo, jamás pensé que mi piscina sería un buen negocio. Me acuerdo que antes la llenaba solo en verano, por unos días, y dejaba que los niños de mis vecinos se bañaran", dijo a ANSA Evelia, de 79 años, que incluso se prometió a sí misma rellenar con concreto su alberca cuando falleció su marido.
"Habría sido una tontería y un error", sostuvo.
La casa de la mujer está rodeada de otras 34 que también tienen piscinas en la zona de Mulgoba, a apenas 12 kilómetros del centro de La Habana.
"Hay competencia. Todo el mundo por aquí tiene licencia del gobierno para operar este negocio. Pero hay clientes para todos", aseguró.
Los cambios iniciados por el gobierno cubano en 2008 autorizaron el trabajo privado en más de 200 oficios, entre ellos los alojamientos por horas o días. Actualmente trabajan alrededor de 450.000 trabajadores por cuenta propia.
Evelia, como sus competidores más cercanos, se limitan a alquilar las piscinas por horas.
Aunque no le gusta hablar "de dinero", cobra por un grupo de 15 clientes el equivalente a 35 dólares el día, pero a partir de ese número, por cada "invitado" pide tres dólares.
El nivel de vida que refleja el interior de la casa de Evelia es alto. Pero su "pequeño negocio" es en realidad modesto para lo que "ofertan" otros.
Una página en internet dedicada al alquiler de "casas con piscinas" anuncia una alberca "frente al mar con tres habitaciones climatizadas con baño privado, sala, servicio gastronómico, parqueo para auto, terraza y seguridad".
Otra describe en pleno centro de La Habana "un extraordinario Pent-house con piscina frente al mar para disfrutar de unas placenteras vacaciones en Cuba. Disfrutará de la mejor vista de la Habana y un excelente servicio".
También tiene disponible "servicio de lavandería y planchado, almuerzo y cena con parrilla, bebidas premium y cócteles, selección de habanos. Servicio de masajes (oriental o de rehabilitación / deportes), Pilates / Yoga".
El tiempo mínimo de alquiler es de tres días por unos 300 dólares o más.
"Lo que le puedo decir que este invierno fue bueno. Acabo de leer en la prensa que el que acaba de pasar fue el más cálido desde 1951 con una temperatura media de 23 grados Celsius", expuso otro propietario que pidió que "no lo saquen en la prensa" con su nombre.
"Los que me cobran impuestos saben cómo me llamo y lo que gano. La prensa a veces lo enreda todo", estimó.
Una preocupación de los dueños de piscinas son los "excesos" de algunos clientes. "Algunos se emborrachan y creen que por pagarle a uno tienen derecho a todo. Gritan muchas malas palabras y ensucian la piscina comiendo dentro de ella. Hay muchos mal educados. Por eso mi nieto trabaja aquí conmigo y al que se sale del plato (se comporta mal), lo pone en cintura, con amabilidad, sin violencia", explicó Evelia.
"Pero eso no empaña el negocio", aseguró.