El diario oficial Granma justificó este lunes el cierre de los cines privados, decretado hace 10 días por el régimen de Raúl Castro, pero admitió que la impopular medida ha creado "un debate" en la Isla, informa AFP.
"No podían continuarse admitiendo, frente a los ojos de todos, las violaciones que se estaban cometiendo", dijo el periódico al justificar el cierre, en un extenso artículo escrito por su subdirector, Oscar Sánchez.
Junto al cierre inmediato de las salas privadas de cine, con el único argumento de que nunca fueron autorizadas, el Gobierno dio plazo hasta el 31 de diciembre para que también cierren los negocios privados de ropa importada y de artículos para el hogar, medidas que algunos intelectuales consideran "un paso atrás" en las reformas económicas.
Granma dijo que estas medidas provocaron debates en las redes sociales y medios de comunicación de la Isla, todos bajo control del Estado, en los que "la opinión es concordante" sobre la conveniencia de acabar con la venta privada de ropa, pero hay "menos coincidencias" sobre el cierre de los cines privados.
"Con la que menos coincidencias encontramos fue con la de las salas 3D y de juegos computacionales. Argumentan que esa figura debe existir abonando los tributos que se ajusten (...), las opiniones rondan sobre la legalización de esas actividades", indicó el diario.
"Incluso hay quienes aseguran que hemos dado un paso atrás en el trabajo por cuenta propia, que se ha cercenado la iniciativa" privada, añadió. Es inusual que Granma admita que existen discrepancias entre los cubanos sobre alguna decisión del régimen comunista.
Las pequeñas salas privadas de cine, casi todas con tecnología de tercera dimensión inexistente en las grandes salas estatales, funcionaban con licencias de operador de equipos para recreación infantil, otorgadas por el gobierno de Raúl Castro en el marco de la ampliación del trabajo privado.
Granma sostuvo que "por encima de la afectación temporal que las medidas adoptadas puedan causar a un sector de la población, está el interés superior de toda la ciudadanía en preservar la legalidad y el orden".
Enfatizó que el desorden jurídico es "el más peligroso enemigo de la actualización del modelo económico", que impulsa Raúl Castro.
El laureado escritor Leonardo Padura dijo que "el gran perdedor" con estas impopulares medidas es "el cubano de a pie", mientras que el profesor universitario Harold Cárdenas afirmó que son "un paso atrás" en las reformas económicas.