Una jirafa, cuatro monos y un pony desaparecieron la semana pasada de un zoológico de La Habana, informó Radio Martí.
"Se habla de que la usan para prácticas de santería", dijo a la emisora Lázaro Yuri Valle Roca, periodista independiente residente en la capital.
Valle Roca explicó que el robo se lo confirmó un custodio del viejo zoológico de la Calle 26, en el Nuevo Vedado.
"Los monos y el pony pueden ser utilizados en algunas fincas privadas que montan espectáculos para los niños", agregó el periodista.
Víctor Álvarez, un babalao que vive en Miami, dijo que en la santería se utilizan animales como ofrendas rituales, pero no jirafas.
"Si se robaron la jirafa del Zoológico del Vedado, sería para comérsela", subrayó.
Animales del Zoológico de Santiago de Cuba también han terminado en la mesa de algunas personas.
"Hace dos semanas se comieron el ñandú, y los patos han ido desapareciendo", dijo desde Santiago el opositor José Daniel Ferrer.
Monos ladrones, 'pero no por hambre'
Dichos sucesos no son los únicos que involucran estos días a los zoológicos de la Isla.
El viernes pasado, una "carta al director", en el diario oficial Granma, reveló que los vecinos de Boyeros, cerca del aeropuerto José Martí, son víctimas de 30 monos que viven sueltos allí.
"Desde hace más de un año se viene planteando en las reuniones de asociados de nuestra cooperativa la situación que presentamos con nuestros cultivos, que son ferozmente atacados por un grupo de alrededor de 30 monos que están sueltos", señala la carta del campesino J. L. Herrera.
Los animales, según la queja, "se comen los cultivos de maíz, habichuela, guayaba, mango, etcétera".
Los afectados "han elevado" varias quejas, pero nadie les hace caso.
A la carta de Granma respondió un comentarista de la oficial Radio Habana Cuba, según el cual "a estos inquietos simios no les hace falta robar alimentos".
"En el Zoológico Nacional, al que pertenecen, tienen comida de sobra, pero, al parecer, aman el bosque y las frutas, aunque no sean suyas", escribe Alberto D. Pérez.
Dice que "no fue siempre así", y asegura, tirando del manido discurso oficial, que "cinco décadas atrás daban lástima los pocos jardines zoológicos del país".