El padre José Conrado Rodríguez, una de las figuras más críticas con el régimen dentro de la Iglesia Católica, se despidió este domingo de sus feligreses en la parroquia de Santa Teresita del Niño Jesús, en la ciudad de Santiago de Cuba, y esta semana se trasladará a un templo en Cienfuegos, informa el diario miamense El Nuevo Herald.
Conrado dijo que va a escribir un libro y a dar conferencias sobre la historia de la imagen de Nuestra Señora de la Caridad en la Basílica de El Cobre, por encargo del arzobispo de Santiago, Dionisio García Ibáñez.
Según la publicación, García Ibáñez ofreció al sacerdote un año de descanso de sus deberes pastorales para elaborar el libro, pero Conrado dijo que quiere seguir siendo párroco y obtuvo una nueva misión en Cienfuegos.
"El libro no es un castigo. Creo que Dionisio realmente quiere este libro, y yo lo quiero también. Voy a hacerlo con ilusión", dijo el sacerdote, que ha criticado con dureza el silencio de la Iglesia Católica sobre las violaciones de derechos humanos en la Isla.
En 2010 la jerarquía católica decidió trasladarle de Santa Teresita del Niño Jesús la parroquia del poblado de El Cristo, en las afueras de Santiago, pero el cambio, que provocó malestar entre los feligreses, no llegó a concretarse.
Santa Teresita fue severamente dañada por el huracán Sandy el año pasado. Funcionarios del Gobierno querían que la iglesia fuera demolida, pero Conrado encontró expertos independientes que dijeron que podía repararse, según El Nuevo Herald.
"No han sido tiempos fáciles, últimamente", dijo el sacerdote. "Pero hoy (domingo) me despedí de la comunidad y el viernes entrego la parroquia".
"Estoy muy contento de dejar la parroquia en manos de mis sucesores", tres cubanos, dijo.
En Santa Teresita operan varios comedores para los necesitados, programas educativos y deportivos para niños y clases de computación para jóvenes y adultos. La parroquia también envía voluntarios a visitar a feligreses ancianos en sus hogares.
Conrado escribió una carta pública a Fidel Castro en 1994, criticando la situación económica de la Isla, pidiendo elecciones justas y instándole a iniciar un diálogo con disidentes y exiliados.
Fue enviado a estudiar a España en 1996, y sus partidarios dijeron que los jerarcas de la Iglesia querían tanto protegerlo como apartarlo temporalmente. Regresó a Cuba poco antes de la visita del Papa Juan Pablo II en 1998.
Después de que agentes de la Seguridad del Estado irrumpieron en su iglesia en 2007 para arrestar a 15 disidentes que se reunieron en el interior, el sacerdote condenó públicamente el hecho y lo calificó de "pachanga terrorista".
En 2009 hizo pública una carta a Raúl Castro en la cual lo instaba a realizar cambios, no solo en la economía sino también en el modelo político.
"Cuando los problemas no se solucionan pasa como con las heridas, y cuando las infecciones son muy grandes pueden costar la vida del paciente", dijo. "En una situación como la de Cuba solo una actitud de diálogo y de respeto al diferente es fundamental".
En una entrevista concedida en 2010 al diario argentino Ámbito Financiero, Conrado declaró que la Iglesia Católica debe "hacer más" por el respeto a los derechos humanos en la Isla.
"Estamos llamados a hacer más. La situación de Cuba es tan seria, de tanto temor, es un sistema de represión policial y armada tan fuerte que la gente no quiere comprometerse con el dolor y la violación de los derechos humanos. Los obispos también son gente, son ciudadanos, son seres humanos", dijo.
"La única posición justificable de la Iglesia en relación con los poderes políticos establecidos por los hombres es el respeto a los derechos humanos", añadió.
En reconocimiento a su labor, Conrado fue galardonado con el premio Tolerancia Plus, que otorgan los grupos disidentes Comité Ciudadano por la Integración Racial (CCIR), el Proyecto Nuevo País y el Observatorio de Derechos Humanos.